Casi dos tercios de la población ha nivel mundial ha experimentado la peculiaridad de tener el mismo sueño una y otra vez. Desde ser perseguido, hasta encontrarse desnudo en público o en medio de un desastre natural, los escenarios son variados; sin embargo, surge la pregunta: ¿de dónde viene este fenómeno? La ciencia ha desentrañado este misterio, sugiriendo que los sueños recurrentes podrían ser un reflejo de conflictos no resueltos en la vida del soñador.
Un sueño lúcido es, en esencia ese momento extraordinario en el que nos damos cuenta de que estamos soñando. Esta revelación, a menudo nos concede la capacidad de influir en el contenido del sueño, transformando una experiencia pasiva en una aventura interactiva. Esta habilidad va más allá de la mera fantasía; de hecho, puede tener implicaciones profundas en nuestra vida diurna.
La recurrencia onírica y su vínculo con el estrés
Los sueños recurrentes, a menudo se manifiestan durante períodos de estrés o se prolongan durante años, incluso toda una vida. Además, no solo comparten los mismos temas, sino que pueden repetir la misma narrativa noche tras noche. A pesar de que el contenido exacto es único para cada persona, existen patrones comunes que trascienden culturas y épocas. Por ejemplo, ser perseguido, caerse, no estar preparado para un examen, llegar tarde o intentar hacer algo repetidamente se encuentran entre los escenarios más frecuentes.
Lamentablemente, la mayoría de estos sueños tienen un contenido negativo, evocando emociones como miedo, tristeza, ira y culpa. De hecho, más de la mitad de los sueños recurrentes involucran una situación en la que el soñador está en peligro. No obstante, también existen temas recurrentes positivos, incluso eufóricos, como descubrir nuevas habitaciones en casa, sueños con viajar o volar. Es importante destacar que algunos sueños recurrentes que se originan en la niñez pueden persistir hasta la edad adulta, desapareciendo y reapareciendo en presencia de nuevas fuentes de estrés.

¿Por qué nuestro cerebro reproduce los mismos sueños?
La ciencia sugiere que los sueños, en general, nos ayudan a regular nuestras emociones y a adaptarnos a eventos estresantes. La incorporación de material emocional en los sueños permite procesar experiencias difíciles. En el caso específico de los sueños recurrentes, el contenido repetitivo podría representar un intento fallido de integrar estas vivencias. Muchas teorías coinciden en que estos sueños están relacionados con dificultades o conflictos no resueltos en la vida del soñador.
Tener sueños recurrentes también se ha asociado con menores niveles de bienestar psicológico y con la presencia de síntomas de ansiedad y depresión. Estos sueños tienden a repetirse durante situaciones estresantes y, significativamente, cesan cuando la persona ha resuelto su conflicto personal, indicando una mejora en el bienestar.
Por ejemplo, soñar con un tsunami es común después de un trauma o abuso, una metáfora que puede representar emociones de impotencia, pánico o miedo experimentadas en la vida de vigilia. De manera similar, estar vestido de manera inapropiada, desnudo o no poder encontrar un baño en un sueño pueden representar escenarios de vergüenza o modestia.
Estos temas actúan como «guiones» que nos brindan un espacio para digerir emociones conflictivas, reutilizándose en situaciones donde experimentamos sentimientos similares. Es por ello que algunas personas, al enfrentarse a un nuevo desafío, pueden soñar que se presentan sin preparación para un examen, incluso años después de haber terminado la escuela.
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El continuo de repeticiones
William Domhoff, reconocido investigador y psicólogo estadounidense, propuso el concepto de un continuo de repeticiones en los sueños. En un extremo, las pesadillas traumáticas reproducen directamente un trauma, siendo uno de los principales síntomas del trastorno de estrés postraumático. Seguidamente, se encuentran los sueños recurrentes, donde el mismo contenido se reproduce de forma parcial o total, aunque a diferencia de los traumáticos, rara vez reflejan un evento directamente, sino que lo hacen metafóricamente a través de una emoción central.
Más allá en el continuo, encontramos los temas recurrentes en los sueños. Estos reproducen una situación similar; llegar tarde, ser perseguido, pero el contenido exacto varía. Finalmente, en el otro extremo, se hallan elementos oníricos que se repiten, como personajes u objetos, todos estos sueños, en distintos niveles reflejan un intento de resolver inquietudes emocionales. Interesantemente, pasar de un nivel intenso a uno más bajo en este continuo es a menudo una señal de mejora psicológica.

Fenómenos fisiológicos: ¿El cuerpo habla a través de los sueños?
Una posible explicación para la similitud de temas entre personas es que algunos de estos «guiones» se han conservado por la ventaja evolutiva que brindan. Así, por ejemplo, el sueño de ser perseguido podría ser un espacio para practicar la percepción y el escape de depredadores mientras dormimos.
Además, algunos temas comunes pueden explicarse, en parte por fenómenos fisiológicos que ocurren durante el sueño. Un estudio del 2018 realizado por un equipo de investigación en Israel reveló que soñar con perder los dientes no estaba necesariamente relacionado con la ansiedad, sino más bien con apretar los dientes durante el sueño o con molestias dentales al despertar.
Cuando dormimos, nuestro cerebro no está completamente aislado; de hecho, continúa percibiendo estímulos externos e internos. Esto significa que temas como no poder encontrar un baño o estar desnudo en público podrían ser impulsados por la necesidad de orinar durante la noche o por el uso de pijamas sueltas.
Asimismo, algunos fenómenos físicos específicos del sueño REM (la etapa en la que más soñamos) podrían estar en juego, como la parálisis muscular que provoca sueños de tener las piernas pesadas o estar paralizado. Incluso, se ha propuesto que los sueños de caer o volar son provocados por la reactivación espontánea de nuestro sistema vestibular, que contribuye al equilibrio.
Si bien estas sensaciones no son suficientes para explicar la recurrencia de estos sueños en algunas personas o su aparición repentina en momentos de estrés, es probable que jueguen un papel importante en la construcción de nuestros sueños más típicos.
Las personas que experimentan pesadillas recurrentes parecen haberse «atascado» en una forma particular de responder al escenario del sueño. Afortunadamente, se han desarrollado terapias para intentar resolver esta recurrencia y romper el círculo vicioso. Una técnica eficaz consiste en visualizar la pesadilla estando despierto y luego reescribirla, modificando la narrativa para cambiar un aspecto, como el final del sueño, por algo más positivo.
Con información de NAD.