Los Influyentes de Florida plantean situación de “dreamers” grupo más vulnerable de inmigrantes en EEUU

Buscar una vía a la ciudadanía para los dreamers y encontrar una solución permanente a los inmigrantes acogidos al DACA son los dos temas de inmigración más importantes que enfrenta la Florida en el 2018, según una encuesta a los Influyentes de Florida., según la encuesta más reciente.

El Miami Herald, el Bradenton Herald y el Nuevo Herald pidieron a un grupo de 50 líderes estatales en las comunidades política, empresarial, académica y religiosa de la Florida que clasificaran cinco temas de inmigración por su grado de importancia.

Más de 80 por ciento consideró que encontrar una solución permanente a la situación de los dreamers —los cientos de miles de jóvenes inmigrantes traídos al país ilegalmente cuando eran niños— es el mayor reto.

“El Congreso y el gobierno deben tomar medidas ahora para encontrar una solución bipartidista que aborde la inmigración”, dijo William Talbert, presidente y CEO de la Oficina de Convenciones y Visitantes del Gran Miami. “Esto es especialmente cierto en lo relacionado con encontrar una vía a la ciudadanía para más de 500,000 dreamers y beneficiarios del TPS en nuestro país”.

“Si estamos debatiendo acaloradamente la crisis en la frontera en este momento, imagínese las protestas cuando obliguen a marcharse a su vecino o su compañero de trabajo después de más de 20 años en Estados Unidos”, dijo Talbert. “Esas personas han pagado impuestos, comprado viviendas, creado empresas y formado familias. Y todo legalmente”.

En septiembre, Trump eliminó el DACA, un programa de la era de Obama que otorgó permisos de trabajo renovables a los dreamers. Pero varios jueces federales han fallado en contra de la decisión de Trump. Primero, dos jueces obligaron al gobierno a permitir que los dreamers que ya tienen permiso de trabajo soliciten la renovación. En abril, otro juez falló que el gobierno debe permitir a los inmigrantes que cumplen los requisitos del DACA solicitar el permiso de trabajo aunque no lo hubieran pedido antes de septiembre del 2017. El gobierno tiene 90 días para apelar.

Aunque muchos legisladores de todo el espectro político —y casi tres cuartas partes de los estadounidenses, según encuestas recientes— dicen que se debe permitir a los dreamersquedarse en el país, los legisladores no han logrado forjar un acuerdo sobre una iniciativa bipartidista que todas las partes apoyen. El esfuerzo más reciente, liderado por los representantes miamenses Mario Díaz-Balart y Carlos Curbelo, colapsó la semana pasada cuando la Cámara federal rechazó un proyecto de ley que contemplaba dar a los dreamersun camino a la ciudadanía a cambio de $25,000 millones para el muro que quiere levantar el presidente Donald Trump en la frontera, e imponer nuevos límites a la inmigración legal.

Emilio Estefan, leyenda de la música en Miami y CEO de Estefan Enterprises, sugirió una solución. En su respuesta a la encuesta, recordó una reunión con cuatro presidentes para solucionar los problemas de la inmigración, algo que, dijo, siempre parecía no llegar a ninguna parte.

“Deberíamos haber modificado el sistema de inmigración hace muchos años”, dijo Estefan. “Tenemos que tener leyes y las personas tienen que estar aquí legalmente. Por ejemplo, por qué no dar a las personas que han estado aquí varios años una visa por tres o cinco años, para que puedan estar en el país legalmente y podamos ver qué tipo de personas son. Después de unos años, los dejamos solicitar la residencia o la ciudadanía”.

La encuesta halló que 63 por ciento de los Influyentes consideró las protecciones federales a los indocumentados que viven en Estados Unidos bajo el Estatus de Protección Temporal (TPS) el segundo asunto más importante de inmigración este año. El TPS se otorga a los inmigrantes afectados por condiciones que “impiden temporalmente a los ciudadanos de ese país el regreso seguro, o en ciertas circunstancias, cuando el país no puede hacer frente adecuadamente al regreso de sus ciudadanos”, según el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos.

El gobierno de Trump revocó el TPS a inmigrantes de Honduras, Nicaragua, El Salvador, Haití, Nepal y Sudán.

“Nuestro sistema de inmigración no funciona, así que estas soluciones parciales no funcionan”, dijo Marleine Bastien, directora ejecutiva del Family Action Network Movement, un prominente grupo de mujeres haitianas. “Es hora que el Congreso apruebe una ley integral que mantenga a las familias unidas y abra un camino a la ciudadanía”.

Casi 56 por ciento de los Influyentes dijo que poner fin a la ahora difunta política de “cero tolerancia” del gobierno de Trump en la frontera era la principal prioridad.

Desde abril, el gobierno federal ha recomendado el enjuiciamiento de adultos que cruzaron ilegalmente la frontera con niños, lo que llevó a que las autoridades separaran a miles de menores de sus padres. Tres albergues en Miami-Dade acogen en este momento a una pequeña parte de todos esos niños desplazados.

El 20 de junio, Trump firmó un decreto que detuvo la separación de las familias, aunque los demócratas han criticado al gobierno por no establecer un proceso eficiente para reunir a las familias ya separadas por la política de cero tolerancia.

Casi 14 por ciento de los Influyentes alegaron que debe priorizarse la limitación de la inmigración legal a hijos y cónyuges, aunque solamente 5 por ciento consideraba “muy importante” la construcción de un muro en la frontera con México.

“Primero, hay que establecer el control de la frontera, de manera que podamos decidir quién entra al país”, dijo Carol Probstfeld, presidenta del State College of Florida Manatee Sarasota. “Como asunto de seguridad y economía, tenemos que saber quién entra al país. Segundo, hay que ofrecer una vía a la ciudadanía a los inmigrantes que ya están aquí y contribuyen a la economía. Necesitamos que estas personas satisfagan las necesidades de la fuerza de trabajo del país”.

Pero no es solamente un asunto de políticas, dijo Richard Fain, presidente y CEO de Royal Caribbean Cruises.

“El sistema tiene que ser justo y tiene que verse como tal”, dijo. “Hoy, las políticas y la implementación de esas políticas se ven como armas políticas en vez de esfuerzos con objetivos justos”.

El Nuevo Heraldo