Los 14 funcionarios responsables de muerte de Tony Grusenny estan libres, aseguran familiares

Aunque hay una orden de captura a nivel nacio­nal contra 14 funciona­rios de la Guardia Nacio­nal Bolivariana (GNB) desde el 18 de abril de 2017, presuntamente por estar involucrados en la muerte de Grusenny “Tony” Canelón (31), lue­go de un año de su muer­te no hay ninguno tras las rejas. La familia ase­gura que el caso quedó “engavetado”.

En el expediente de Grusenny, conocido co­mo “Tony” se registró to­da la golpiza que recibió, aparentemente, por los militares cuando le dispararon a quemarropa el 11 de abril. El joven per­maneció intubado 33 ho­ras y murió el 13 de abril a las 3:00 de la mañana.

Se convirtió en la tercera víctima que murió por las protestas contra el Gobierno Nacional.“Me encantaría que esas personas estén pa­gando, pero nada me lo va a devolver. Pero si hay detenidos por lo menos podríamos decir que su muerte no fue en vano, que se logró algo en Ve­nezuela, que sirvió de al­go”, dice Ana Cristina Herrera, novia de “Tony”.

Cuentan que la tarde del 11 de abril cuando Tony fue herido él estaba en su residencia en Tara­bana Plaza. Sus vecinos lo fueron a buscar para
salir a la calle. Aseguran que a él lo hieren cuando intenta ayudar a uno de sus compañeros, pues se lo estaban llevando dete­nido. Justo en ese mo­mento al joven le dispa­ran a quemarropa en un costado y lo montan en la patrulla junto a los dete­nidos.

La hermana de “Tony”, Ana Canelón, recuerda que cuando leyó el expe­diente de su hermano entendió por lo que ha­bía pasado. No salía de
su asombro, estaba en shock, cuando leía línea por línea toda la “tortu­ra” que le hicieron, pre­suntos militares.

Explican las heridas que “Tony” tenía. En su cara, en medio de las ce­jas, un fuerte golpe. Dos heridas en ambos costa­dos, de seis a siete centí­metros. Su hermana ase­gura que le dispararon con dos escopetas dife­rentes, uno con cartu­chos polietileno y el otro con metal.

Los disparos a quema­rropa, que fueron de 50 centímetros de distancia, según explicó el doctor Jesús Guarecuco, en ese momento, le causaron perforación en el colón, pulmón y riñón. Para ese momento se conoció por fuentes poli­ciales que a Tony lo “ru­letearon”. Cuando fue montado en un camión de orden público no fue auxiliado de una vez, no lo llevaron de inmediato al Hospital Central Anto­nio María Pineda.

Tony fue ingresado a las 9:00 de la noche del 11 de abril, logró hablar con un doctor.

“Esa noche él pidió que me llamaran. Dio mi nú­mero y le dijo al doctor que me dijera que llama­ra a sus amigos doctores y le avisara a su mejor amigo”, un nudo en la garganta hace que Ana Cristina deje de hablar, hace una pausa, respira profundo y sigue.

Ana Cristina, novia de Tony, asegura que cuan­do el doctor la llamó para avisarle que estaba heri­do, le hizo dos pregun­tas. ¿Qué pasó? ¿Él está
bien?. El médico le dijo que sólo estaba estable. Ella estaba en Carora, pe­ro llamó a su hermana de una vez para avisarle.

Esa fue la última vez que Tony habló, luego cuando sus familiares llegaron él ya estaba in­tubado en la Unidad de Cuidados Intensivos (U­CI).
Han pasado 365 días y para su familia parece que fue ayer.

Todavía no aceptan que él ya no es­tará para un cumplea­ños, para una reunión. Sólo piden justicia por su muerte que el caso no quede en el aire. “Luego de que sale el Fiscal Superior de Lara los casos se quedaron engavetados. Por el caso de Tony no hay nadie preso y dicen que los mi­litares están trabajando de lo más normal”, co­mentó un familiar de Tony con tristeza.

La Prensa