¡Lo localizan con la esposa muerta a su lado! Rescatan desnutrido en su apartamento a profesor de la ULA

En estado de desnutrición severa encontraron efectivos bomberiles al profesor universitario de la Universidad de Los Andes Pedro José Salinas (83)

Cuando se apersonaron a su residencia el pasado domingo 23 de enero, tras recibir llamados de auxilio de un apartamento localizado en la ciudad de Mérida.

Según el reporte de medios locales, apremiados por la urgencia de rescatar al octogenario, los bomberos solicitaron la cooperación de los vecinos para echar abajo la puerta y allí encontraron a Salinas en el piso, incapaz de moverse debido a la desnutrición y la deshidratación severa.

Muy cerca de él estaba el cadáver de su esposa, Isbelia Hernández, también profesora universitaria jubilada de la ULA, quien presumiblemente falleció por falta de agua y alimentos. 

Se conoció que el docente fue trasladado al Instituto Autónomo Hospital Universitario de Los Andes (Iahula) en donde está recibiendo atención médica para tratar sus padecimientos.

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Informes periodísticos indican que, como otros catedráticos, la pareja habría padecido los embates de la crisis económica durante los últimos años y producto de su avanzada edad, se habrían visto imposibilitados de ocuparse en labores que les permitieran devengar otros ingresos. 

Trascendió que el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) inició una investigación sobre el caso.

Pedro José Salinas ejerció como profesor de Ecología en la Facultad de Ciencias Forestales y Ambientales de la ULA desde 1968. Posee un título como ingeniero agrónomo de la Universidad Central de Venezuela (1962), además de un diploma de maestría del Imperial College of Science, Technology and Medicine de la Universidad de Londres (1966) y un doctorado de la Universidad de Londres (1972).

En su dilatada carrera académica publicó gran cantidad de artículos y libros. También recibió numerosos premios por su labor como investigador.

De su parte, Isbelia Hernández era abogada, bioanalista y profesora jubilada de la Facultad de Medicina de la ULA y además trabajó durante largos años en el Centro de Atención Médica Integral de la Universidad de los Andes (Camiula)