Mañana iniciará la Copa de la Liga Profesional de Baloncesto en medio de la peor crisis económica que ha experimentado Venezuela. Hay poca promoción y el actual torneo navegará entre las dificultades que padecen los diferentes estados. Serán dos meses de competencia en un formato con pocos partidos y semifinales de enfrentamientos directos. Vincular a la gente al baloncesto será uno de los grandes retos en una dura situación que ha golpeado al venezolano por los cuatro costados. Lo paradójico es que a pesar de las condiciones adversas, los equipos contarán con tres importados.
Como se informó semanas atrás, el Ministerio del Deporte se comprometió en otorgar a cada uno de los 10 equipos más de 400 mil euros. Guaros de Lara, campeón de la última edición de la LPB, y Llaneros de Guárico, antiguo Gaiteros del Zulia, iniciarán este jueves el corto torneo en Barquisimeto. El viernes será la jornada completa. En la denominada Conferencia Occidental jugarán Trotamundos vs Cocodrilos, mientras que Toros de Aragua descansará. En la Oriental: Guaiqueríes de Margarita recibirá a Bucaneros de La Guaira, al tiempo que Panteras de Miranda será anfitrión de Gigantes de Guayana. Marinos de Anzoátegui esperará hasta la próxima semana.
La Copa será intensa. Su organización fue a toda velocidad. Desde mañana hasta el 7 de julio se jugarán 80 partidos en la eliminatoria, 20 posibles en los playoffs, más la semifinal y final directas. El hilo que unía a las temporadas se rompió y este campeonato será para mantener el nombre de la marca LPB. Además le dará cancha y juego a los integrantes de la selección nacional, la mayoría pertenecientes a Guaros. La gente está sedienta de baloncesto, pero por la forma como fue concebido este evento, no garantiza calidad. Para tener una idea de lo que se verá en los próximos dos meses, apenas el lunes pasado algunos equipos comenzaban los entrenamientos.
El baloncesto vive un proceso de transición. Si bien hubo cambio en la dirección de la Federación, la Liga Profesional mantiene firme algunos puntos. Pudo haber flexibilidad para reducir la cuota de importados, incluso jugar con puros criollos. Si vamos al extremo, en una situación como la que vive Venezuela en la cual la empresa privada presenta dificultades para patrocinar, se pudo apostar por un campeonato de menor costo con material 100% venezolano. Lo cierto es que Mindeporte, tal como hizo PDVSA con la Liga Venezolana de Beisbol Profesional, se comprometió a soltar el dinero para la actividad rentada.
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