El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) estará presente en el próximo Super Bowl de 2026. Así lo ha confirmado Corey Lewandowski, exjefe de campaña de Donald Trump y actual asesor del Departamento de Seguridad Nacional, durante una aparición en el programa ‘The Benny Show’.
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Lewandowski fue contundente al dirigirse a la población indocumentada: «No hay ningún lugar donde se pueda dar refugio seguro a las personas que están en este país ilegalmente. Ni en la Super Bowl ni en ningún otro sitio. Os encontraremos, os detendremos, os meteremos en un centro de detención y os deportaremos».
La confirmación se produce en un contexto de aumento de las redadas del ICE en EE. UU., con la agencia realizando un mínimo de 3.000 detenciones diarias desde mayo. Un miembro de la Administración Trump ha ratificado que el ICE patrullará durante la final de la NFL de 2026, que se celebrará en el estadio de Santa Clara, California, un estado conocido por su gran presencia migratoria, especialmente latina.
El Giro Polémico de Bad Bunny
La confirmación del operativo migratorio se cruza con una importante decisión artística. La superestrella puertorriqueña Bad Bunny, quien previamente se había negado a actuar en Estados Unidos durante su gira mundial como protesta por las políticas migratorias de Donald Trump, ha accedido a participar en el intermedio de la final de la liga de fútbol americano.
Este giro ha generado una ola de críticas en redes sociales y entre activistas. La decisión ha sido criticada por varios espectros ideológicos, incluyendo al activista de ultraderecha Benny Johnson, quien arremetió contra el músico en X (antes Twitter). Johnson calificó al cantante de «gran hater (odiador) de Trump» y «activista anti-ICE», además de criticar que Bad Bunny hubiera excluido a EE. UU. (fuera de Puerto Rico) en su última gira.
La Mega-Plataforma del ‘Halftime Show’
El Super Bowl es el acontecimiento televisivo más visto en Estados Unidos, con más de 100 millones de telespectadores cada año. El año pasado, la actuación de Kendrick Lamar batió récords, atrayendo a 133,5 millones de personas.
Este intermedio musical, conocido como el ‘halftime show’, es una actuación altamente codiciada por los artistas y con una larga historia de reflejar e influir en las tendencias culturales. A pesar de que los artistas no cobran por actuar en esta final deportiva, la exposición que proporciona lo convierte en uno de los conciertos más esperados de la industria.
Si bien Bad Bunny no necesita esa exposición (el rapero y cantante boricua es ganador de múltiples Grammy, uno de los artistas más escuchados del mundo y un embajador de la música latinoamericana), tiene sentido que el «escenario más grande del mundo», en palabras de Jay-Z, sea para uno de los artistas más grandes en la actualidad.
Por: Edwin «Sports» Hevia / NB