La pandemia del COVID-19 perjudica a las federaciones deportivas

La pandemia del COVID-19 perjudica a las federaciones deportivas, que generalmente prosperas, hoy sufren los embates del coronavirus, sobre todo en los aspectos económicos.

Préstamos bancarios o solicitud de ayuda al Comité Olímpico Internacional (COI), la cancelación/aplazamiento de sus pruebas debido al COVID-19, entre otros, afecta a las federaciones.

Casi 2.200 empleos y más de 1.050 millones de euros inyectados anualmente en la economía, esa es la responsabilidad de los organismos deportivos en Suiza.

También el COI, más de cuarenta federaciones internacionales, la FIFA y sus 600 empleados en Zúrich, padecen de la crisis de la pandemia.

La cancelación o aplazamiento de eventos mundiales y de sus ingresos por el patrocinio y los derechos televisivos, podría generar graves consecuencias para los organizadores.

Los empleados del COI continuaran laborando mediante teletrabajo, “pero eso no puede aplicarse para el personal del Museo Olímpico, cerrado hasta junio”, puntualiza la organización.

La cuarentena de empleados (recepción y restaurante, principalmente) está “en paro parcial”, por lo menos hasta el 08 de junio.

“Por la bajada de la actividad ligada a la cancelación de la temporada 2020, los empleados suizos están en paro parcial para un periodo de tres meses, un tiempo que será prolongado si es necesario”, explica Jean-Christophe Rolland, presidente de la Federación Internacional de Remo (FISA).

La Federación Internacional de Básquetbol (FIBA) ha puesto a “una minoría de colaboradores en paro parcial desde principios de abril”.

Es decir, la FIBA encargó a “una decena de personas que trabajan en las funciones directamente afectadas por la suspensión de las competiciones”.

Asimismo, la Federación Internacional de Tiro con Arco ha optado por adaptarse a las mismas medidas.

Otra gran federación olímpica, que prefiere mantenerse en el anonimato, ha dejado “a todo el personal en paro parcial” por seis meses.

La Unión Ciclista Internacional (UCI) comentó sobre “una crisis sin precedentes” y la aplicación de un plan de ahorro y paro técnico de 130 colaboradores.

“Como sus competiciones están aplazadas o canceladas, muchas federaciones tienen sus ingresos amputados, al menos para 2020 y el principio de 2021”, explica Andrew Ryan, director general de la Asociación de Federaciones Internacionales Olímpicas de Deportes de Verano (ASOIF).

“Utilizan medidas de paro parcial que ofrece Suiza o el equivalente para las que tienen su sede en otros países”, como la World Sailing de vela de Londres.

Algunas federaciones se apoyan en sus reservas, han bajado los salarios de sus directivos o han recurrido a préstamos bancarios garantizados por la Confederación Suiza.

La Federación Internacional de Remo va a “suscribir un préstamo para poder preservar en algo la tesorería”, indica Rolland.

Muchos necesitan como un maná las subvenciones que destina el COI en los años olímpicos y que ya habían sido presupuestadas.

Esas ayudas, que en los Juegos de Rio-2016 fueron 480 millones de euros, se reparten entre las 28 federaciones olímpicas.

Van desde los 7 millones de dólares para las disciplinas más pequeñas a unos 40 millones de dólares para las disciplinas más importantes.

“Si queremos asegurar el mismo nivel de servicio para los deportistas y para los equipos en la preparación de los Juegos, necesitaríamos un avance de la financiación” del COI, confirma Rolland.

La FIBA reconoce haber hablado con el COI sobre esos pagos y la Federación Internacional de Natación (FINA) debería abordarlo con el COI el lunes.

La organización, pese al sobrecoste de aplazar los Juegos de Tokio, dice estar consciente que la pandemia del COVID-19 perjudica a las federaciones deportivas.

Las reservas del COI ascienden a 1.000 millones de dólares, y a pesar del impacto de la pandemia en las federaciones, abordaran minuciosamente el asunto.

Información: AFP