La mafia de la salud “implosionó” el Colegio de Médicos del estado Lara

En los pasillos del gremio médico, antes silenciosos, ahora se escucha el murmullo de una crisis que amenaza con romper la estructura del Colegio de Médicos del estado Lara. Los recientes escándalos de corrupción en el Hospital Central de Barquisimeto no solo han puesto en jaque la credibilidad de la institución de salud pública, sino que también han desatado una pugna interna que pone en tela de juicio la legitimidad y la moral de quienes la dirigen.

La desarticulación de una red de corrupción dedicada al “acaparamiento y la venta ilegal de medicinas e insumos médicos” en el principal centro de salud de la región, ha salpicado a varios galenos. Profesionales que juraron velar por la vida, hoy están tras las rejas, bajo investigación o con orden de captura, en un caso que la ciudadanía ya bautizó como “la mafia del Hospital Central”. La magnitud de la situación es tal que ha puesto en evidencia una peligrosa complicidad entre exfuncionarios públicos y médicos de clínicas privadas, tejiendo una red oscura que lucra con el dolor y la necesidad de la gente.

Un gremio en la mira

Este terremoto no es un suceso aislado. Por años, un sector del gremio ha venido denunciando irregularidades en la directiva del Colegio de Médicos, cuestionando la validez de sus elecciones y la falta de transparencia en su gestión. Ahora, con el desmoronamiento de la mafia del Hospital Central, estas voces han cobrado fuerza, exigiendo respuestas y una renovación profunda.

“Esto era una olla de presión a punto de estallar,” comenta un médico traumatólogo que prefiere mantenerse en el anonimato por temor a represalias. “Hay una directiva que se ha atornillado en el poder por años sin legitimidad. Lo que vemos ahora es el resultado de un sistema que no funciona, donde la falta de ética y el silencio cómplice han reinado.”

Las denuncias internas han generado un clima de desconfianza. ¿Quiénes protegen a los corruptos? ¿Es posible que la directiva gremial desconociera lo que pasaba en el Hospital Central, uno de sus principales centros de trabajo? Las preguntas se multiplican en las redes sociales y en las conversaciones de pasillo. Los colegiados exigen una auditoría a la directiva y, sobre todo, un proceso electoral que garantice la participación de todos.

El factor ético

La crisis del Colegio de Médicos va más allá de un simple problema legal o de gestión. Es un tema de ética. En un país donde la salud es un lujo y la escasez de medicinas e insumos es una realidad diaria, el que profesionales de la salud se involucren en el robo y la venta ilegal de estos recursos, es una traición a su juramento y a la confianza de la sociedad.

La situación actual del gremio larense es el reflejo de un sector en crisis, donde la falta de valores y la impunidad parecen normalizarse. El ciudadano común, el pueblo que sufre por la falta de una buena atención de la salud, que día a día llora por la escasez y los altos costos, espera una respuesta contundente. No solo de los entes de justicia, sino también del Colegio de Médicos. La pregunta que muchos se hacen en la calle es: ¿Quién defiende a los pacientes cuando quienes deberían hacerlo son los que los atacan?

¿Qué viene ahora?

La implosión del Colegio de Médicos del estado Lara está en pleno desarrollo. Las denuncias de un grupo de profesionales valientes, la detención de varios colegas y las investigaciones en curso, han abierto una brecha que ya no se puede cerrar. La pelota está ahora en la cancha de los médicos honestos, aquellos que se levantan cada mañana para salvar vidas y que no se prestan al juego de la corrupción.

La ciudadanía y los propios agremiados esperan una respuesta. Es el momento de sanar las heridas, de limpiar la casa y de devolverle la moral a un gremio que debe ser ejemplo de ética y servicio. La crisis de la salud no es solo la falta de insumos, también es la crisis de valores que amenaza con corroerlo todo, desde adentro. La lucha apenas comienza y su desenlace definirá el futuro de la salud en Barquisimeto y en todo el estado Lara.

Equipo de Investigación/NB