La Cruz de Mayo, una tradición religiosa que data de más de 400 años

Esta celebración comienza la noche anterior, la del 2 de mayo, con la realización de los «Velorios de la Cruz de Mayo», momento en el cual los fieles pasan la noche en vela, rezando y pidiendo para obtener mejores cosechas en sus campos.

Cada 3 de mayo, Venezuela, España e Hispanoamérica celebra la Cruz de Mayo, una tradición religiosa que data de más de 400 años y su origen se remonta a la conquista española. 

En esa época, los misioneros, quienes desconocían la lengua de los nativos, hicieron todo lo posible para difundir el mensaje cristiano. Fue así que pensaron en la cruz, objeto de fácil construcción, que colocaban a la vista de todos en la comunidad.

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Los misioneros fundaron hermandades que se encargaron de mantener el culto a la cruz durante todo el mes de mayo, realizando una procesión en la que se le ofrecían flores y limosnas al santo objeto.

Surgió así la tradición de “Vestir la cruz” el primero de mayo, y el día 3 concluía la festividad cuando la cruz del pueblo era llevada en procesión por la localidad entre cantos, oraciones y ofrendas. 

En el trayecto se cantaba y pasaba por las casas de los vecinos solicitando limosnas, hasta que era puesta en un altar preparado en algún inmueble del pueblo.

El objetivo principal de esta festividad en Venezuela es rendir homenaje a la naturaleza, por ser en el mes mayo el inicio de la temporada de cosechas y la lluvia. También se considera un ritual de importancia para la religión cristiana, porque se rinde honor al símbolo de madera donde murió Jesús.

Esta celebración comienza la noche anterior, la del 2 de mayo, con la realización de los Velorios de la Cruz de Mayo”, momento en el cual los fieles pasan la noche en vela, rezando y pidiendo para obtener mejores cosechas en sus campos. Para ello, la venerada imagen se encuentra adornada con flores, frutas, rosarios y papelillos de diversos colores, como símbolo de la alegría y el agradecimiento a la madre tierra.

Al llegar la tradicional fecha, niños, jóvenes y adultos se congregan en las calles donde se procede a la respectiva procesión de la cruz. En sus manos portan rosarios, canastas de frutas, entre otros objetos, en medio del repique de tambores, que amenizan y fortalecen la popular tradición, nombrada Patrimonio Cultural de Venezuela en 2014.

Con información de: Telesur