En la bulliciosa Barquisimeto, donde la vida se mueve entre el calor y el trajín diario, la crianza de los hijos es una preocupación constante para los padres. ¿Cómo ayudar a los más pequeños a desarrollar su potencial sin caer en la sobrecarga o la presión excesiva? Para desentrañar este dilema, Noticias Barquisimeto conversó con la psicóloga Vanessa Rodríguez, directora del centro Nuevo Ser, quien nos ofreció una guía práctica y realista para acompañar a nuestros hijos en su crecimiento.
La familia, el núcleo de todo
La psicóloga Rodríguez es enfática: la familia es el primer y más importante pilar en la formación de un niño. «La familia juega un papel fundamental en el desarrollo de las habilidades de cualquier niño, sean cognitivas, sociales o emocionales, porque la familia es el núcleo de la construcción de la personalidad del niño», explica.
Desde el nacimiento, los niños son esponjas que absorben todo a su alrededor. No hay una «edad ideal» para empezar a estimularlos, sino que la clave está en la observación constante. La psicóloga sugiere que los padres larenses «deben estar atentos a los intereses y habilidades que sus hijos comienzan a mostrar, y a partir de allí, fortalecerlos y motivarlos«. Si un niño se inclina por el dibujo, por ejemplo, lo ideal es proporcionarle herramientas y oportunidades para que explore ese talento.

El juego, mucho más que diversión
La especialista destaca el papel vital de las actividades lúdicas. A través del juego, los niños no solo se divierten, sino que también aprenden a resolver problemas, a manejar la frustración y a interactuar con otros.
Rodríguez recomienda rescatar los juegos de mesa, como el ludo que promueven la interacción «cara a cara» y fomentan la paciencia y el manejo de la frustración. Sin embargo, en la era digital, la psicóloga advierte sobre la importancia de la supervisión. Si bien la tecnología puede ser una herramienta educativa, es crucial vigilar el contenido al que los niños tienen acceso. «Es muy importante que si los niños van a tener acceso a juegos más elaborados como los videojuegos, entonces allí tenemos que estar más seguros de ‘qué es lo que mi niño está viendo'», señala.

El peligro de la sobreestimulación
En un mundo lleno de actividades extraescolares, la presión para que los niños «sean los mejores» puede ser abrumadora. La psicóloga Rodríguez lanza una advertencia clara a los padres larenses: los niños necesitan ser niños. «Debemos dejarles espacios donde pueden jugar libremente», enfatiza.
«Un niño con una agenda repleta de clases de fútbol, natación, inglés y tareas dirigidas puede terminar agotado, sin tiempo para el descanso y la imaginación». La psicóloga hace una analogía sencilla y poderosa: «si un adulto se cansa al tener muchas actividades, ¿por qué pensaríamos que un niño no lo hará?«
Tolerancia a la frustración: una habilidad vital
«En la actualidad, muchos estudios indican que los niños tienen una baja tolerancia a la frustración, y esto se debe, en gran parte, a la inmediatez de la tecnología». La psicóloga Rodríguez explica que el hábito de cambiar de juego o video cuando algo no nos gusta, se traslada a la vida real.
Para contrarrestar esto, la experta sugiere que los padres deben enseñar a sus hijos a enfrentar los desafíos de forma constructiva. La comunicación y la escucha activa son herramientas fundamentales para lograrlo. «Lo más importante es como padres no ignorar lo que mi hijo está sintiendo», afirma. Escucharlos y ayudarlos a entender sus emociones es el primer paso para que aprendan a manejarlas de forma inteligente.

Disciplina y valores: la guía del adulto
Si bien los padres desean que sus hijos alcancen su máximo potencial, la psicóloga Rodríguez deja un mensaje claro: la responsabilidad es del adulto. «Si tú quieres que tu hijo pueda desarrollar su máximo potencial debes entender que las decisiones vienen de ti como adulto, y que él como niño no tiene la capacidad de tomar decisiones», concluye.
El rol del padre no es solo ser un facilitador, sino también un guía. Enseñar disciplina, responsabilidad y valores sólidos es el camino para que los niños puedan desarrollarse de manera integral. La psicóloga nos recuerda que, «aunque un niño siempre querrá jugar, es el adulto quien debe establecer los límites y las responsabilidades necesarias para su crecimiento.»
En definitiva, la crianza de los hijos en la Barquisimeto del siglo XXI es un equilibrio entre la diversión y la disciplina, el juego y las responsabilidades, la tecnología y las interacciones reales. La clave, según Vanessa Rodríguez, es ser un adulto presente, observador y comunicativo, que guíe a los más pequeños con amor y firmeza hacia su máximo potencial.
Oriana Lorenzo / Noticias Barquisimeto