La asesinó, le quemó los tatuajes, le cortó el cabello y la arrojó a un río en Tacagua Vieja, Caracas

El presunto asesino está prófugo de la justicia

Los restos del cadáver de una joven de 23 años fue hallado por autoridades en la quebrada Cajuare, cerca de Nuevo Horizonte, en la autopista Caracas-La Guaira, luego de que había sido asesinada, maltratada y arrojada a las orillas de un río en Tacagua Vieja.

La occisa responde al nombre de Isamar Oriana Fernández, quien fue agredida presuntamente por un sujeto con el que mantenía una relación sentimental, el hombre está identificado como Rafael Ramos, quien de acuerdo a ciertas fuentes este hombre era violento y en reiteradas ocasiones golpeó a la difunta.

Al parecer, el crimen ocurrió el pasado 23 de agosto, cuando la mujer salió de su casa para dirigirse a Catia y dejó de responder su celular. 

Los funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) que participaron en el levantamiento del cuerpo califican este crimen de “dantesco”. El cadáver ya estaba en descomposición; animales habían comido parte de su cráneo, lo que la hacía irreconocible.

Sumado a esto, tenía marcas de quemadura sobre sus tatuajes, además de un desprendimiento total de mandíbula. Al parecer, la molieron a golpes y su agresor hizo lo posible para que los forenses no pudieran reconocer el cadáver.

Al llegar a la medicatura forense de Bello Monte, sus familiares relataron que solo quedaron restos de la pierna y de la cadera. Tal fue la descomposición del cuerpo, que los patólogos tuvieron que acudir al reconocimiento facial gracias a su hermano para identificar, finalmente, el cadáver.

Isamar, a sus 23 años, dejó a tres hijos. El menor, de tan solo seis meses, es producto de su relación con Ramos, quien está prófugo de la justicia y las autoridades consideran que podría estar armado, por lo que es un sujeto peligroso.

Con información de La Prensa.