La adicción silenciosa en Barquisimeto: El consumo de chimó y cómo afecta la salud

En las calles de Barquisimeto, desde las esquinas más concurridas hasta los parques y plazas, una imagen se ha vuelto cada vez más familiar: jóvenes, y no tan jóvenes, con una protuberancia en la mejilla, señal inequívoca del consumo de chimó.

Este producto, que alguna vez fue asociado con zonas rurales o grupos específicos, ha irrumpido con fuerza en el día a día de la ciudad, calando especialmente entre la población más joven, quienes, en muchos casos, desconocen los serios riesgos que conlleva para su salud.

Lo que para muchos comenzó como una moda, un «chicle» diferente o una forma de socializar, se ha transformado en un hábito arraigado. «Es algo que mis amigos usan, y bueno, uno prueba a ver qué tal», comenta Carlos, un estudiante de bachillerato de un reconocido liceo al este de Barquisimeto, mientras disimuladamente acomoda el chimó en su boca.

Historias como la de Carlos se repiten a diario en Barquisimeto y sus alrededores. La accesibilidad del producto, su bajo costo y la percepción errónea de que es inofensivo por no ser «fumado», han contribuido a su rápida propagación.


Pero, ¿qué es exactamente el chimó?

Se trata de una preparación a base de hojas de tabaco curado, las cuales son pulverizadas y mezcladas con bicarbonato de sodio, ceniza y, en ocasiones, con saborizantes. A diferencia del tabaco de mascar tradicional, el chimó se coloca entre la encía y la mejilla o el labio, permitiendo que la nicotina se absorba directamente a través de la mucosa bucal.

Es precisamente esta vía de administración la que lo convierte en una bomba de tiempo para la salud bucal y general. En las redes sociales, la conversación sobre el chimó también ha explotado. Abundan los videos de jóvenes probándolo por primera vez, desafíos virales y hasta tutoriales sobre cómo «usarlo correctamente».

Sin embargo, son pocos los que realmente abordan las consecuencias. «He visto que muchos de mis seguidores me preguntan sobre el chimó. Creen que es algo inofensivo», comenta una influencer enfocada en temas de salud y bienestar, quien ha intentado generar conciencia sobre el tema en sus plataformas. «Es preocupante la desinformación que existe».

Las alarmas se han encendido en el sector salud. Médicos y odontólogos de la región han comenzado a observar un incremento en patologías asociadas directamente al consumo de chimó. Un destacado odontólogo con consulta en el centro de Barquisimeto, explica con preocupación los efectos: «La exposición constante de la mucosa bucal a las sustancias químicas del chimó provoca lesiones precancerosas, como la leucoplasia y la eritroplasia. Si no se detectan y tratan a tiempo, pueden evolucionar a cáncer bucal».

Además, el chimó es un factor de riesgo para enfermedades periodontales graves, recesión de encías, caries y halitosis crónica. La irritación constante también puede llevar a úlceras y lesiones en la boca.

Más allá de la cavidad bucal, la nicotina presente en el chimó tiene efectos sistémicos. Es una sustancia altamente adictiva que afecta el sistema cardiovascular, aumentando el riesgo de hipertensión y enfermedades cardíacas. También puede generar dependencia psicológica y física, haciendo muy difícil abandonar el hábito una vez establecido.

«Es una adicción silenciosa», coinciden en señalar varios psicólogos que trabajan con jóvenes adictos al chimó. «Muchos creen que pueden dejarlo cuando quieran, pero la dependencia a la nicotina es muy fuerte. Además, socialmente está muy arraigado en algunos grupos, lo que dificulta el proceso de deshabituación».

Ante este panorama, la necesidad de una campaña de concientización es urgente. Es fundamental que tanto padres como educadores y autoridades de salud unan esfuerzos para informar a la población, especialmente a los jóvenes, sobre los peligros ocultos detrás de esta práctica tan extendida.

El chimó no es un juego, no es un chicle inofensivo. Es una amenaza real para la salud que, si no se aborda con seriedad, dejará cicatrices profundas en la salud de Barquisimeto y sus comunidades. La responsabilidad recae en todos: informar, prevenir y proteger a nuestra gente.

Equipo de investigación NB