Jesús Montero recibió uno de los tres votos al primer lugar en la escogencia del Jugador Más Valioso, que evitaron la elección unánime del dominicano Jesús Valdez. El recio bateador derecho exhibió .351 de promedio, con siete jonrones y 47 remolcadas, una producción fundamental en el éxito de los Cardenales de Lara.
Pero el rendimiento de Montero, que sedujo a uno de los electores para colocar su nombre por encima del jardinero de Magallanes, no fue en el mismo en la postemporada y después del primer partido de la Final, el manager José Moreno decidió bajarlo del quinto al séptimo puesto del orden ofensivo, un lugar en el que nunca fue alineado durante la eliminatoria.
“Lo hice para bajarle la presión y que trate de ver mejores lanzamientos”, explicó el Moreno en Barquisimeto.
La estrategia funcionó. Luego de conectar apenas un hit en sus primeros seis turnos, Montero golpeó de 4-3, incluido un grand slam que definió el partido del martes y colocó a los alados con ventaja de 2-1 en la serie contra Caribes de Anzoátegui
“Fue algo increíble”, confesó Montero. “Alex Romero tomó un buen turno (recibió pelotazo con las almohadillas congestionadas). Después llegué preparado para el slider que me iba a lanzar (el relevista Carlos Navas) y lo conecté muy bien”.
Montero había estado haciendo ajustes antes de los encuentros. Esta vez funcionaron.
“Este estadio (Alfonso ‘Chico’ Carrasquel) es engañoso. Se ve pequeño pero es difícil para batear jonrones. Durante la práctica me enfoqué en golpear la bola al jardín derecho, en colocar mis manos por dentro, y fíjate lo que sucedió. Tres hits y cuatro impulsadas. Ese es el enfoque que debo tener en el resto de la serie”, destacó Montero, que antes de ese desafío mantenía un anémico average de .178 (45-8), con un extrabase y tres remolcadas en enero.
Ahora, el recio toletero derecho aspira a elevar su nivel desde el plato y a no salirse de su plan cada vez que consuma un turno.
“Uno tiene altos y bajos. En ocasiones te apresuras mucho por querer hacer las cosas bien, sobretodo en playoffs y finales. Eso era lo que ocurría. Sigo confiando en mi”, enfatizó. “Volví a mi rutina de llevar la bola al jardín derecho, como he hecho siempre. Ahora tengo que seguir enfocándome en los pitcheos e ir turno por turno. Ellos no me van a trabajar igual. Tengo que hacer exactamente lo mismo que con ese turno. Prepararme desde el círculo de espera”.
El último jonrón de Montero se remontaba al 18 de diciembre, contra los Navegantes del Magallanes.
“Es un bateador profesional, pero en ocasiones trata de hacer demás para ayudar al equipo, pero era cuestión de tiempo que despertara”, apuntó Moreno. “Solo se trataba de tener un plan, de seleccionar mejor los pitcheos. Nos dijo antes de ir a batear: ‘voy por ese slider’ y eso fue lo que hizo. Nos dio ese ‘gran salami’”
Con Información de: LVBP
