Las armas callarán este viernes, a las dos de la madrugada, en Gaza. Once días después del inicio de la operación ‘Guardián de los Muros’, la cadena pública israelí Kan adelantó la tarde del jueves que el gabinete de seguridad aprobará un alto el fuego unilateral en la Franja que entrará en vigor el viernes. Noticia que se hizo oficial poco después. A continuación, Hamás confirmaba un alto el fuego «mutuo y simultáneo» en Gaza. Después de intensas negociaciones parece que no hubo acuerdo, pero ambas partes optan por frenar los enfrentamientos y vuelve a abrirse un paréntesis de aparente calma hasta el próximo estallido de violencia. Esta nueva batalla deja 230 muertos y miles de heridos en Gaza y 12 muertos en Israel y su fin llega tras una intensa campaña diplomática liderada por Joe Biden, que tras cuatro conversaciones Benjamín Netanyahu también habló con el presidente egipcio, Abdel Fatah Al Sisi, para comunicarle que el alto el fuego es «alentador». Egipto ha sido una vez más el negociador clave entre las partes y será el encargado de anunciar la hora en la que entrará en vigor.

Como ocurre en estas ocasiones no se desvelaron los detalles concretos que se debatieron durante la negociación, pero fuentes cercanas al proceso consultadas por ‘The New York Times’ aseguraron que esta vez se trata de términos muy básicos como detener el lanzamiento de cohetes y los bombardeos. En una segunda fase, los israelíes se comprometerían a facilitar la entrada de mercancía y dinero a la Franja y los islamistas entregarían los dos civiles israelíes y los cuerpos de los dos soldados que tienen retenidos.

Esta es la cuarta guerra que libran Hamás e Israel desde 2008 y, como en las tres ocasiones anteriores, los dos bandos claman victoria. El Ejército ha bombardeado más de mil objetivos «de alto valor militar» y en estos once días «casi ha agotado la lista de blancos» que la inteligencia fue elaborando durante años. Los dos mayores éxitos, según las fuerzas armadas, son la destrucción de las principales instalaciones para la fabricación de cohetes y la del complejo sistema de túneles subterráneos de los islamistas conocidos como «el Metro». El Ejército también eleva a 160 el número de milicianos abatidos, entre ellos ingenieros, expertos en producción de cohetes y comandantes veteranos que serán difíciles de reemplazar.

Por parte de Hamás, «han logrado lanzar una cantidad récord de cohetes pese a los bombardeos y ha conseguido erigirse en defensor de la mezquita de Al Aqsa, lo que le sitúa como el gran campeón de la causa palestina», considera el analista de Ynet, Alex Fishman. Por primera vez, los islamistas no han combatido para aligerar el bloqueo y lo han hecho en solidaridad con la ciudad santa tras el doble asalto policía a la Explanada de las Mezquitas durante el ramadán. Las facciones palestinas han lanzado 4.400 cohetes, la mayoría al sur y centro de Israel, una cantidad similar a la empleada en las siete semanas que duró la operación de 2014.

«Se declaran enemigos jurados, pero Israel y Hamas colaboran activamente para perpetuar este círculo de violencia, nunca han hecho esfuerzos serios para ponerle fin. Esto se debe a que cada uno tiene intereses importantes a los que sirve el statu quo», opina en su columna de ‘Bloomberg’ Hussein Ibish, analista del Arab Gulf States Institute de Washington. Los dos salen ganando en opinión de Ibish, Israel porque necesita a Hamás «para mantener la división entre los palestinos», y Hamás porque «gana seguidores a costa de Fatah».

Presión internacional

En los últimos días se elevó la presión sobre Israel y el miércoles Biden le comunicó a Netanyahu que «esperaba un descenso de la violencia que llevara a un alto el fuego». Aunque la química entre los líderes no es como la que Netanyahu tuvo con Donald Trump, la alianza entre Israel y Estados Unidos es más que firme y en mitad de esta nueva contienda armada, Washington anunció un nuevo acuerdo de venta de armas al Estado judío por valor de 735 millones de dólares. La venta fue notificada al Congreso el 5 de mayo, cinco días antes del inicio de la operación e incluye Munición Conjunta de Ataque Directo (JDAM, por sus siglas en inglés), empleada en los misiles guiados de precisión. Se trata de una venta polémica que ha dividido al partido Demócrata.

La dureza de los bombardeos ha causado innumerables destrozos en viviendas e infraestructura. La agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos, UNRWA, dice que hay más de 70.000 desplazados internos y de ellos 57.000 han encontrado refugio temporal en las escuelas del organismo internacional. El sistema eléctrico, el servicio de agua, las carreteras… comienza una nueva reconstrucción en una Franja que ya vivía una situación extrema después de catorce años de bloqueo. La ofensiva también ha hecho olvidar la pandemia y desde las organizaciones internacionales alertan del riesgo de una nueva ola. Toca volver a reconstruir desde los escombros.

Información de: ABC