En el tercer día de su visita a Irak, el Santo Padre voló de Bagdad a Erbil, donde se reunió con el Presidente y el Primer Ministro de la región autónoma del Kurdistán iraquí; y seguidamente se dirigió a Mosul, donde ha orado por el sufragio por las víctimas de la guerra, en Hosh al-Bieaa
El Papa Francisco llegó en las primeras horas de la mañana de este domingo a la ciudad de Erbil, también conocida como Hewlêr en kurdo y Arbīl en árabe; la ciudad de Erbil es la capital y la mayor ciudad de la región autónoma del Kurdistán iraquí, está situada a unos 88 kilómetros al este de Mosul y a poco menos de 300 kilómetros de la frontera con Siria.
Ha sido considerada como una de las ciudades más antiguas del mundo, y en los últimos años, Erbil se ha convertido en el hogar de miles de refugiados, en su mayoría de Qaraqosh y Mosul, que huyeron para salvar sus vidas durante el dominio del llamado Estado Islámico; se calcula que la ciudad ha acogido a unos 540.000 refugiados iraquíes, además de otros refugiados sirios, en campamentos de la región. El Estado Islámico ocupó durante tres años la ciudad, causando mucha destrucción y muerte, en julio de 2017 la ciudad fue liberada y desde entonces, lucha por renacer.
Encuentro con las autoridades
A su llegada a esta región autónoma, el pontífice se reunió con el Presidente del Kurdistán Iraquí, Nechirvan Barzani; a su llegada a Erbil, capital de esta región autónoma, fue recibido por las autoridades religiosas y civiles, y unos niños vestidos con ropas tradicionales que lo recibieron con ramas de palma.
El Presidente Nechirvan y el Primer Ministro Masrour Barzani, acompañaron al Papa Francisco a la Sala VIP Presidencial del aeropuerto, donde intercambiaron algunas palabras. El Santo Padre, también tuvo una reunión con el Expresidente del Kurdistán Iraquí y líder del Partido Demócrata del Kurdistán (KDP), Masoud Barzani.
La paz es más fuerte que la guerra
Cerca de las 10 de la mañana (hora de Mosul), el Papa Francisco llega a la ciudad para tomar parte en la Oración por las Víctimas de la guerra; esta celebración tuvo lugar en Hosh al-Bieaa, la Plaza de las Cuatro Iglesias: siro-católica, armeno-ortodoxa, siro-ortodoxa y caldea, destruidas entre el 2014 y el 2017 por los ataques terroristas.
Leer también: Iglesia en Venezuela | CEV publica normativa para Semana Santa 2021
El Sucesor de Pedro, dirigió un discurso a los presentes, donde destacó el desplazamiento forzoso de muchas familias cristianas y su trágica disminución en todo Oriente Medio, con el consecuente daño para las comunidades, las personas y la sociedad.
La fraternidad es más fuerte
El Papa Francisco subrayó lo que era evidente: “Aquí en Mosul las trágicas consecuencias de la guerra y de la hostilidad son demasiado evidentes. Es cruel que este país, cuna de la civilización, haya sido golpeado por una tempestad tan deshumana…”
Culminó sus palabras afirmando: “Hoy, a pesar de todo, reafirmamos nuestra convicción de que la fraternidad es más fuerte que el fratricidio, la esperanza es más fuerte que la muerte, la paz es más fuerte que la guerra”.
Oración por las víctimas
Después de su discurso, se procedió al momento de Oración por las víctimas de la guerra; el pontífice reafirmó: “a nosotros no nos es lícito matar a los hermanos en su nombre (…) no nos es lícito hacer la guerra en su nombre (…) no nos es lícito odiar a los hermanos”.
De igual manera, recordó que “no elevamos al cielo manos limpias”, por esa razón, “También nosotros, Señor, mientras te confiamos a las numerosas víctimas del odio del hombre contra el hombre, invocamos tu perdón y suplicamos la gracia de la conversión”.
Y conocedor de que los humanos se pueden desviar del camino del Señor, añadió: “Y cuando nos desviemos del camino, haz que podamos escuchar las voces de los verdaderos hombres de Dios y recapacitar durante un tiempo, para que la destrucción y la muerte no nos arruinen de nuevo”.
Al terminar la Oración por las víctimas, se procedió a inaugurar un monumento conmemorativo de la visita del Papa Francisco.
AV / Con información de Vatican News