El devastador incendio que consume la región francesa de Aude logró ser contenido tras días de intensos combates contra las llamas, pero las autoridades advierten que el fuego permanecerá activo durante varias semanas más. Con 16.000 hectáreas calcinadas, este siniestro se posiciona como el más destructivo registrado en Francia desde inicios del siglo XXI, superando incluso las cifras del histórico incendio de 1949.
El coronel Christophe Magny, responsable de las operaciones de extinción, confirmó el sábado que, aunque el fuego ya no avanza territorialmente, continuará ardiendo dentro del perímetro establecido. “Hasta el domingo por la noche el fuego no estará bajo control“, declaró el oficial, quien proyecta que la extinción completa requerirá varias semanas de trabajo continuo.

Vigilancia permanente
La prefectura de Aude informó que el incendio permanece controlado desde el jueves, aunque requiere supervisión constante de un numeroso contingente de bomberos. Las autoridades mantienen vigilancia sobre aproximadamente 90 kilómetros de perímetro, concentrando sus esfuerzos en evitar que las llamas se reaviven, especialmente en el frente más próximo a la costa mediterránea y la autopista que conecta con España.
Durante la crisis, los equipos de emergencia utilizaron excavadoras para abrir 10 kilómetros de nuevas pistas de acceso, facilitando el desplazamiento de bomberos en zonas montañosas caracterizadas por vegetación densa y terreno escarpado.
Météo-France mantiene a la región bajo alerta naranja por ola de calor, con temperaturas que alcanzarán entre 38 y 40 grados Celsius. Los vientos de hasta 55 kilómetros por hora en el macizo de Corbières complican las labores de extinción y aumentan el riesgo de reactivación del fuego.
El sábado se declararon cuatro nuevos focos incendiarios que requirieron intervención de bomberos terrestres, aunque no fue necesario el despliegue de medios aéreos.

Balance de daños y víctimas
El siniestro ha dejado un saldo trágico en la región. Una mujer de 65 años perdió la vida en su vivienda, mientras que un residente sufrió quemaduras graves. Cuatro personas adicionales resultaron heridas de manera leve, y los bomberos reportaron 19 lesionados, incluyendo uno con traumatismo craneal.
De las 3.000 estructuras que los equipos de emergencia defendieron durante la crisis, 36 edificaciones fueron completamente destruidas y más de veinte granjas quedaron calcinadas, según informó Amélie Trioux, jefa de gabinete del prefecto del Aude.
Las autoridades han logrado restablecer el suministro eléctrico en toda la zona afectada, aunque tres municipios continúan sin servicio telefónico. Los trabajos de reparación de infraestructuras prosiguen mientras los equipos de emergencia mantienen su presencia en la región.

Ola de incendios azota el sur de Europa
El siniestro francés forma parte de una crisis regional más amplia que afecta a múltiples países del sur de Europa, donde las altas temperaturas desencadenaron una serie de incendios forestales que mantienen en alerta a los servicios de emergencia.
En España, en la provincia de Ávila, situada a unos 100 kilómetros de Madrid, lograron controlar un incendio forestal tras una intensa operación que involucró bomberos, personal militar y aeronaves especializadas. Las llamas devastaron más de 600 hectáreas antes de ser contenidas por los equipos de emergencia.
Grecia enfrenta su propia tragedia con un incendio forestal en una pequeña localidad cercana a Atenas que cobró una vida humana. El cuerpo de bomberos heleno desplegó un operativo masivo que incluye 11 aviones, 12 helicópteros y 170 efectivos para combatir las llamas.
Carla Martínez / Con información de TeleSUR