Impactante historia de la mujer con cáncer que vive en las calles de Venezuela (+Fotos)

Cocinan a leña lo poco que consiguen entre la basura, duermen en una colchoneta delgada sobre cartones y retazos de tela húmedos; su vivienda, desde hace tres meses, es la estructura abandonada de lo que Elias Jaua anunció hace varios años sería el gran Teatro de Los Teques.

“Yo lo que no quiero es morirme en la calle, no me he podido hacer el tratamiento del cáncer”, reseña Yosmar Molina, quien desde hace cuatro años vive junto a su familia en situación de calle en la capital mirandina.

Recuerda que gracias a un reportaje publicado en la prensa el 24 de diciembre del año pasado, el 4 de enero fue desalojada del edificio abandonado y reubicada temporalmente en un anexo que por estar en malas condiciones debió abandonar nuevamente y retornar a la estructura.

“Tengo 33 días operada de cáncer de útero”, explica la mujer mientras se sienta en una silla destartalada ubicada a pocos metros del fogón donde su esposo e hija cocinan. Reseña que fue operada por el doctor Fariña en el Hospital Victorino Santaella y agradece el apoyo recibido por Leonel Azuaje, director de servicios públicos de la Alcaldía de Guaicaipuro.

“Acá estoy con mi esposo, dos hijos y mi hermano, somos en total como 5 personas sobreviviendo en estas condiciones”,agrega. Viven a la intemperie, la estructura abandonada por el Gobierno nacional no cuenta con paredes, por lo que las constantes lluvias mojan sus ropas y dañan los alimentos.

“Héctor Rodríguez estuvo aquí al frente el día del cierre de campaña de la constituyente y no permitieron que me acercara a él, sé que a raíz de esta entrevista vendrán los poliguaicaipuros a echarnos broma”, indica Yosmar.

“No le estamos pidiendo al alcalde (Francisco Garcés) que nos construya un palacio, hablan de que han entregado un millón 700 mil viviendas y yo llevo ya cuatro años viviendo en situación de calle, dijeron que me habían entregado una casa, lo que es mentira, y si es así que me digan dónde está para irme ya y no seguir en esta situación tan dura”.

La situación de Yosmar preocupa a sus familiares. “Esta recién operada y acá se le puede infectar la herida”, agrega su hija menor. Desde donde cocinan, duermen e incluso hacen sus necesidades ven la fachada de la alcaldía local, la sede del partido de gobierno PSUV está a menos de una cuadra.

Asegura que a pesar de no haber contado con el apoyo del Gobierno “igualito salí a votar por la Constituyente, porque aun tengo la esperanza de que ellos pueden cambiar como dijo Héctor Rodríguez, porque yo no iba a votar, estaba decepcionada , pero lo escuché hablar a él y todo cambio”, dijo.

“Me gustaría que Francisco –Garcés- se sentara conmigo y no que ande escondiéndose o me mande la policía a sacarme como ya lo ha hecho, la última vez que lo vi me saludó y se fue, lo tengo en frente, veo la ventana de su despacho desde aquí y ni por eso”, resaltó la mujer.

Explica que dos veces al día su esposo e hijo salen a hurgar entre la basura en los alrededores de panaderías y fruterías de la zona. “Yo no tengo bolsa de CLAP, el único que se preocupa por nosotros es Azuaje, pero me gustaría que viniera Héctor Rodríguez a sacarme de aquí, así como yo hay muchas familias, si me hubiesen dejado acercarme ese día –cierre de campaña- estoy segura que yo no estaría aquí”.

Agradece igualmente a dirigente de oposición que le han bridado ayuda, “la cena de Navidad me la trajo Jesús González, cuando yo caí enferma quien salió corriendo conmigo fue Jesús, el único que viene a vernos es él, uno tiene que ser agradecido”, agrega.

Advirtió que no saldrá de la estructura a menos que le garanticen una vivienda propia, “no permitiré que la policía me ponga una mano encima, estoy recién operada (…) desde que yo vivía en la plaza Danilo Anderson me están ofreciendo una de esas casas de la Misión Vivienda, tenemos 4 años esperando esa promesa”.

“Yo adoraba a Francisco –Garcés-, pero me he sentido traicionada, decepcionada, estuviera vivo Chávez yo no estuviera aquí (…) yo lo que no quiero es morirme en la calle, no me he podido hacer el tratamiento del cáncer, cómo vengo yo a dormir en el piso después de una quimio, yo no me quiero morir así”.