Huelga de sangre por prohibición de visita en el “Retén El Man­zano”

Decisión de la directiva no les gustó. Al menos seis menores recluidos en el en el Centro Socio Educativo Pablo Herrera Campins, mejor conoci­do como “Retén El Man­zano” se cortaron ayer en la tarde durante una huelga, convirtiéndose así en la quinta huelga de sangre en ese lugar en dos años.

Según reportes policia­les, hoy se había autoriza­do la visita familiar en el centro de reclusión, pero presuntamente de un momento a otro se prohi­bió el beneficio.Esta decisión puso fúri­co a los chamines, por lo que en medio del motín, decidieron cortarse las piernas.

Inmediatamen­te, fueron llevados hasta la Emergencia del Hospi­tal Central Antonio Ma­ría Pineda donde fueron atendidos por galenos. De acuerdo al reporte médico de ese centro asistencial dos menores tienen tres heridas, otros dos menores poseen dos cortadas y los últimos
dos tienen una sola heri­da.

Se conoció que el estado de salud de los reos era estable. A todos les aga­rraron puntos y en una ambulancia fueron de­vueltos hasta el retén.

Esta huelga de sangre ocurre a casi tres meses después de la decisión que había tomado la di­rectora del Servicio de Atención Integral del Niño, Niña y Adolescente (Saina), Anny Meléndez en la que se especificaba que las visitas iban a ser autorizadas por tribuna­les larenses.

Meléndez explicó en esa ocasión que esta sería una de las medidas que tomarán como “régi­men” y así poder llevar un control y orden den­tro del retén. Supuesta­mente esto iba a ser apli­cado también para fami­liares como: abuelos; tíos o hermanos.

Son revoltosos Los reclusos del retén -cuyo número actual ron­da los 202 reos-, se han caracterizado por ser bas­tante “revoltosos” pues
ya van cinco huelgas des­de el año 2016.“Les niegan sus benefi­cios”, es lo que usual­mente sueltan familiares para justificar estas huel­gas.

Negar las visitas, re­quisas sorpresas y hasta negarse a recibir comida son algunas de las de­nuncias que mantienen los padres y demás alle­
gados de estos jovenci­tos.

Sólo el año pasado ocu­rrieron tres huelgas en este centro. La primera ocurrió el 24 de enero, fe­cha en que 130 menores se cortaron para exigir más beneficios. Después el 1 de mayo, 13 chamos se autoflagelaron como protesta ante supuestas agresiones que han reci­bido de los cuerpos de seguridad.

El tercero ocurrió el 11 de junio donde fueron cinco los adolescentes que se hicieron distintas heridas en la piel.

La Prensa