Tras los resultados de las elecciones parlamentarias del 6 diciembre de 2015, la oposición venezolana asumió el mando de la Asamblea Nacional, arrebatándole el poder al chavismo que mantuvo la hegemonía durante tres lustros.

Tras la victoria la duda surgía en el sector opositor: ¿Quién presidiría el Parlamento? Ante esta pregunta fueron varias las semanas de negociaciones entre los partidos políticos. Sin embargo, los primeros días del año 2016, antes de la sesión de instalación prevista el 5 de enero como lo establece la Constitución, los diputados electos escogieron por voto secreto y directo a la persona que llevaría la voz cantante en la AN, siendo ganador el secretario general de Acción Democrática, Henry Ramos Allup quien obtuvo 62 sufragios a su favor, mientras su contendor Julio Borges logró 49.

“Ganamos todos, ganó Venezuela. No seremos un contrapoder, seremos un poder autónomo. Tenemos una agenda comprometida, pero vamos a cumplir. Le pedimos a los venezolanos que nos vigilen, que nos exijan, que observen nuestro quehacer para honrar ese compromiso. Acá no habrá hegemonía. Debemos darle a la democracia el verdadero contenido”, expresó Ramos Allup tras la votación.

Habiendo llegado a la presidencia ordenó la retirada de los retratos de Hugo Chávez y del “nuevo” Simón Bolívar del Palacio Legislativo: “Una vaina loca. Sáquenme toda esa vaina de aquí (…) no quiero ver un cuadro aquí que no sea el retrato clásico del Libertador”.

Además Ramos Allup aseguró que definirían mecanismos para cambiar el gobierno de “forma constitucional” en un lapso de 6 meses, al tiempo que acotó que no realizarían leyes por prisa sino “bien pensadas” por el bienestar de Venezuela.

“No vamos a conceder más leyes habilitantes inútiles, para esa especie de raspado de olla”, apuntó.

 

Sin embargo, el 15 de enero de ese año el opositor se vio cara a cara con el presidente de la República, Nicolás Maduro, durante la presentación de su Memoria y Cuenta. En el acto aprovechó la oportunidad para dirigirse al jefe de Estado y manifestarle que el modelo económico “es errado y las cifras así lo demuestran. ¿Quién quiere tener una moneda devaluada? Nuestro billete de 100 vale menos que la tinta y papel con que se imprime (…) Un país que tiene que importar un 70% de lo que produce, eso es el colapso de la economía”.

En ese momento también se refirió a la promesa de respeto a un eventual diálogo entre chavismo y oposición. “Cuente usted que sí busca diálogo, tendrá diálogo. Ojo, esto no quiere decir que alguien deba ceder en sus posiciones ideológicas. Si podemos conseguir puntos en común para solucionar los problemas del país cuente con nosotros”.

Pero durante su año de mandato y con la juramentación de los tres diputados del estado Amazonas que el chavismo había impugnado, comenzó el choque de poderes en el país. Ante esto el Tribunal Supremo de Justicia declaró a la AN en desacato y sin validez todas sus decisiones.

Otra de las decisiones que marcó su año fue la del Referéndum Revocatorio que promovió el Parlamento, pero que no se llegó a concretar luego que los tribunales declararon nula la recaudación de firmas.

Durante ese primer año lo acompañó en la primera vicepresidencia Enrique Márquez de Un Nuevo Tiempo; Simón Calzadilla del Movimiento Progresista en la segunda vicepresidencia, Roberto Marrero de Voluntad Popular en la secretearía de la AN y José Luis Cartaya como subsecretario.


LLEGÓ EL TURNO DE JULIO BORGES

 

Al culminar su año de mandato en la que mantuvo su posición firme ante el Ejecutivo, Ramos Allup dejó la presidencia de la AN y dio paso al acuerdo suscrito por los partidos opositores en la que se rotaría la directiva del Parlamento cada vez que inicie un nuevo año legislativo.

En ese sentido, llegó el turno de Primero Justicia. Julio Borges, coordinador nacional de la tolda aurinegra, fue el encargado de asumir el puesto. Sin embargo, el Gobierno mantenía que la AN estaba en desacato por lo que la nueva directiva conformada por Freddy Guevara de Voluntad Popular como primer vicepresidente, Dennis Fernández de Acción Democrática para la segunda vicepresidencia, José Ignacio Guédez de la Causa R como secretario y José Luis Cartaya quien fue ratificado en el cargo, era ilegal e inconstitucional.

“Se instala esta Asamblea Nacional en medio de las más grandes dificultades, vivimos un momento injusto y vergonzoso, Venezuela el país más rico del planeta se ha convertido en un país que trata de sobrevivir.

Estas desgracias tienen a un responsable que todos conocen bien”, manifestó al tiempo que informó que iban a aprobar el abandono de cargo por parte del Presidente de la República: “Nicolás Maduro al abandonar la Constitución, abandonó el cargo. Con esta decisión la Asamblea abre las puertas para que en Venezuela haya elecciones en todos los niveles, desde gobernadores, alcaldes, presidente de la República y ¿por qué no?, reelegir una nueva Asamblea Nacional, esa es la consigna, que el pueblo decida”.

Una vez Borges en la silla de presidente las cosas no fueron distintas en la Asamblea. En este caso, aunque igual tuvo una posición fuerte ante el Gobierno, se radicalizaron las acciones por parte del Estado contra ese poder elegido por más de siete millones de venezolanos.

En marzo de 2017 la Sala Constitucional del TSJ dictaminó que el Poder Judicial asumiría por completo la responsabilidad de las competencias parlamentarias debido a la situación de “desacato” que persistía en el Parlamento.

Ante esto, Borges aseguró que “en Venezuela, Nicolás Maduro dio un golpe de Estado. La diferencia de estas dos sentencias con las anteriores es que estas le otorgan todas las competencias para hacer lo que le de la gana, endeudarse con quien quiera, contratar a quien quiera y perseguir a quienes le de la gana”.

Tras esta sentencia del TSJ, la oposición volvió a las calles para exigir respeto a la Constitución. Se mantuvieron en protestas por cuatro meses a lo que se le sumó el rechazo de la elección para una Asamblea Nacional Constituyente (ANC).

Los parlamentarios se mantuvieron en las distintas manifestaciones en el país para acompañar a los venezolanos, al igual que iniciaron una gira internacional para denunciar la crisis política en Venezuela y los constantes violaciones a la Carta Magna por parte del Ejecutivo.

“Logramos que se le diera apoyo a la democracia y al parlamento venezolano. El tema que más se destacó es el relacionado a la democracia, a la no legitimidad de la Asamblea Nacional Constituyente. Hubo condena total (…) y el régimen está desacreditado ante la comunidad internacional”, contó Borges tras regresar al país después de varias reuniones con funcionarios e instituciones internacionales.

De igual forma, el 16 de julio la AN y la MUD decidieron impulsar un plebiscito en la que consultarían a los venezolanos en el país y en el extranjro sobre la Constituyente impulsada por Maduro, la actitud de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana y la renovación de poderes. Más de 7.5 millones de venezolanos participaron en la consulta popular.

Sin embargo, el 30 de julio de 2017 se realizaron los comicios para elegir a los constituyentistas. La ANC tras ser instalada y encabezada por Delcy Rodriguez, pasó a tener un “suprapoder que está por encima de todo poder constituido”.

Tras varios meses y a pesar de las protestas, muertos, detenciones, violaciones de derechos humanos, la oposición venezolana vuelve aceptar la propuesta de participar en un diálogo con el oficialismo. Aunque en innumerables ocasiones Borges manifestara que “no hay diálogo y no lo habrá hasta que se cumplan las condiciones dichas en comunicado de la Unidad”, para el mes de septiembre se realizaron varias reuniones secretas con el oficialismo en República Dominicana. En esos encuentros participaron Luis Florido, Timoteo Zambrano, Julio Borges, Manuel Rosales, Delcy Rodríguez, Jorge Rodríguez y Roy Chaderton.

Las partes tenían previsto volverse a encontrar en Santo Domingo el 28 de septiembre, pero en esa ocasión solo se trasladó al país la delegación oficialista después de que la oposición exigiera al Gobierno unos “requisitos previos” que cumplir “en materia de derechos humanos” y en el ámbito electoral, por lo que el proceso de conversación se canceló.

Posteriormente y para sorpresa de muchos, la oposición confirmó que se va iban a sentar a dialogar con el chavismo el 1 y 2 de diciembre con el fin de proseguir con las conversaciones anteriores y establecer entre ambos sectores la convivencia política en Venezuela. La comisión estuvo integrada por Julio Borges, Enrique Márquez, Luis Florido, Luis Aquiles Moreno, Eudoro González, Gustavo Velásquez, Timoteo Zambrano, Vicente Díaz, Simón Calzadilla, Roberto Enríquez.

Tras la decisión de participar en estas mesas, el Parlamento nacional quedó fraccionado. Diputados de Vente Venezuela, Alianza Bravo Pueblo y otras organizaciones políticas decidieron separarse de la bancada de la MUD y crear así la fracción 16 de Julio que “haría valer las libertades políticas y el mandamiento de los millones de venezolanos que votaron en el plebiscito”.


OMAR BARBOZA ASUME EL PODER EN LA AN

El 5 de enero de 2018 se instaló una nueva junta directiva en la AN, en esta oportunidad encabezada por Un Nuevo Tiempo, cumpliéndose así la rotación establecida en el año 2015, cuando se decidió que la tolda azul asumiría el máximo cargo del Parlamento en el tercer año y a pesar de este fue uno de los partidos que decidió participar en las elecciones municipales tras las denuncias de la oposición al sistema electoral.

En esta oportunidad, la junta directiva quedó conformada por Omar Barboza como presidente, Julio César Reyes de Avanzada Progresista como primer vicepresidente y Alfonso Marquina de Primero Justicia como segundo vicepresidente. Negal Morales quedó designado como nuevo secretario, mientras José Luis Cartaya fue nombrado por tercer año consecutivo como el subsecretario. Aunque las fracciones Prociudadanos y 16 de julio mostraron su rechazo y solicitaron salvar su voto.

Este martes 9 de enero se tiene previsto el inicio de sesiones del período 2018-2019, y el debut de esta directiva, ¿continuará la línea de sus antecesores?.

El presidente de la República, Nicolás Maduro, ya tildó a Omar Barboza de “momia venenosa” tras calificar como una “agresión” que la AN incluyera en la primera agenda de debate un “Acuerdo sobre la emisión de la Criptomoneda (Petro).

“Ponte las pilas Barboza porque puedes terminar muy mal (…) si pretendes meterte con el pueblo te voy a enfrentar, (…) nos vamos a ver las caras”, aseveró al tiempo que expresó: “Yo lo invité al diálogo y responde con una agresión, no quieren que consigamos recursos… Para quienes son los recursos, para el pueblo”.