Hoy se cumplen 64 años de la caída del gobierno de Perez Jimenez

Este domingo se conmemoran 64 años del vuelo sin retorno del general Marcos Pérez Jiménez a bordo de “La Vaca Sagrada”, el avión presidencial donde huyó la madrugada del 23 de enero de 1958 tras una rebelión cívico-militar que puso fin a su mandato dictatorial.

Si bien se consumó un 23 de enero, tuvo algunos episodios previos que ocasionaron el derrocamiento de un gobierno manchado por la constante violación de los Derechos Humanos, persecución política, libertad de expresión, desaparición forzosa y torturas, entre otros hechos.

Por ejemplo, el 21 de noviembre de 1957 un grupo de estudiantes universitarios caraqueños, entre los que figuraba el joven de izquierda Fabricio Ojeda, salió a las calles a protestar contra el plebiscito pautado para diciembre que reelegiría a Pérez Jiménez en la Presidencia de forma fraudulenta.

Aunque la Seguridad Nacional tomó la Universidad Central de Venezuela (UCV) y apresó a un nutrido grupo de estudiantes, la protesta caló entre la sociedad y dejó en evidencia lo que venía: unos comicios fraudulentos que le daban al presidente tachirense el aval para gobernar durante el periodo 1958-1963.

Año nuevo, rebelión nueva

El primero de enero de 1958, se generó un movimiento insurreccional de la Fuerza Aérea con un cazabombardero que voló entre las torres del Centro Simón Bolívar de Caracas, mientras que otro grupo liderado por el general Hugo Trejo desplazó varios tanques desde el cuartel Urdaneta en Catia hasta Maracay, pero fue detenido en La Encrucijada.

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Si bien la acción militar no logró el objetivo, puso en jaque al régimen perzjimenista

Desde entonces, cada 23 de enero los venezolanos celebran la caída de un régimen que, aunque llevó a Venezuela a crecer de forma económica y ejecutó obras de envergadura, se caracterizó por violentar los Derechos Humanos de toda la población.

Ya Pérez Jiménez no contaba con el apoyo del pueblo ni de las Fuerzas Armadas. El descontento partió de un plebiscito considerado fraudulento que realizó para hacerse del poder por encima del derecho a elegir de los venezolanos, que le atribuía la Constitución que el mismo Pérez Jiménez impulsó. El dictador negó al Congreso la posibilidad de convocar a elecciones presidenciales, que debían celebrarse en 1957.

Desde entonces las calles se llenaron de huelgas, manifestaciones y enfrentamientos entre civiles y las fuerzas de seguridad del Estado.

De forma clandestina, el pueblo y los militares, con el liderazgo de comunistas y dirigentes populares de AD y URD, se unieron contra la dictadura desde el 3 de enero de 1958. Los estudiantes comenzaron sus movilizaciones y se registraron diversos choques entre habitantes de barrios y patrullas policiales del Gobierno.

Ese plebiscito se consideraba ilegal porque no estaba estipulado en la Constitución, sólo eran válidas las elecciones generales.

El 21 de enero la Junta Patriótica, creada en la clandestinidad por el dirigente comunista Guillermo García Ponce, convocó a un paro general que recobró más fuerzas un día después, el 22, cuando los altos jefes militares se reunieron en la Academia Militar para acordar la formación de una Junta Militar de Gobierno que exigía la renuncia de Pérez Jiménez, quien se mantenía en el poder desde 1952.

Acorralado y sin el apoyo de las Fuerzas Armadas, la madrugada del 23 de enero Pérez Jiménez huyó a República Dominicana a bordo de La Vaca Sagrada, un monoplano Douglas C-54 Skymastor junto a su esposa, sus tres hijas, su suegra y parte de su equipo de gobierno.

Desde entonces, cada 23 de enero los venezolanos celebran la caída de un régimen que, aunque llevó a Venezuela a crecer de forma económica y ejecutó obras de envergadura, se caracterizó por violentar los Derechos Humanos de toda la población.