Hora de entretenerse, Mira los “picones” más épicos (+Video- Viento vs Falda)

Es una colección de “picones”, fotos bajo el título “Viento Vs Faldas” y suma más de 22 millones de vistas en Youtube. La recopilación de imágenes se atribuye a Ricotambello1.

Wikipedia explica qué es un voyeur

El voyeurismo1​ o voyerismo2​ es una conducta, que puede llegar a ser parafílica. Aquellos que presentan esta conducta son conocidos como “voyeurs” o “voyeuristas”, y buscan obtener excitación sexual al observar personas desnudas o realizando algún tipo de actividad sexual (delectación voyeurista); sin embargo no implica ninguna actividad sexual, posterior, por parte del voyeurista.

La palabra francesa voyeur deriva del verbo voir (ver) con el sufijo de agente -eur, y significa “el que ve”. De ella procede el castellano “voyeurista” (el Diccionario panhispánico de dudas recomienda usar la voz voyerista en lugar de voyeurista).
Una traducción literal podría ser “mirón” u “observador”, con la connotación peyorativa del caso. Con esta misma finalidad, en Venezuela se suele emplear la palabra “buzo” de manera coloquial, igualmente en contexto peyorativo.

La persona voyeurista suele observar la situación desde lejos, bien mirando por la cerradura de una puerta, o por un resquicio, o utilizando medios técnicos como un espejo, una cámara portátil con linterna pegada debajo de la mesa, etc. La masturbación acompaña, a menudo, al acto voyeurista. El riesgo de ser descubierto actúa, a menudo, como un potenciador de la excitación.

A la tendencia voyeurista se le asocia frecuentemente la tendencia exhibicionista, esto es, disfrutar mostrándose, más o menos abiertamente, semidesnudo o completamente desnudo. Ambas conductas poseen un fuerte componente compulsivo, irrefrenable, mostrando en los sujetos aumento de su tasa cardíaca y sudoración ante la aparición de estímulos relacionados con dichas actividades. Estos efectos físicos desaparecen tras la realización del acto voyeurista.
Es necesario, por lo tanto, distinguir entre voyeurismo y actividad sexual normal, en la que también se produce una excitación al contemplar la desnudez. La diferencia estriba no solo en el consentimiento o conocimiento de la persona observada que, en el caso del voyeurista, rara vez existe; mientras que en la actividad sexual normal se sobreentiende que sí, formando en este último caso parte de la totalidad de la actividad, no siendo en sí misma la totalidad (la parte por el todo), sino también en la exclusividad de la observación como conducta sexual, carente de interacción física interpersonal.
El DSM-III-R establece asimismo una diferencia entre voyeurismo y contemplación de pornografía.

El diagnóstico diferencial se basa igualmente en el conocimiento del hecho de ser observado por la persona objeto de la conducta. Algunos autores, como Langevin y Lang 1987, consideran la pornografía como un acto voyeurista, siempre que este acto constituya la fuente primordial de excitación sexual de un sujeto, o una conducta recurrente.

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