El 24 de febrero de 1582, el Papa Gregorio XIII anunció un nuevo calendario para reemplazar el que se usaba hasta la fecha, siendo actualmente, el de uso común en gran parte del mundo
En todo el Imperio romano, Julio César, había instaurado desde el año 46 a.C. el llamado calendario juliano; al igual que el actual, también tenía 12 meses y 365 días, y cada cuatro años se consideraba como año bisiesto.
Sin embargo, una pequeña inexactitud hizo que cada cuatro siglos se perdieran tres días; en el presente, el calendario juliano, que aún es usado por las iglesias ortodoxas para sus fiestas religiosas, está 13 días atrás con respecto al calendario gregoriano.
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Por esta razón, el Papa Gregorio XIII emitió la Bula Inter gravissimas, el 24 de febrero de 1582, donde establecía el nuevo calendario, que en adelante sería conocido como “gregoriano”; dicho decreto, se implementó el 4 de octubre del mismo año, en todos los Estados Pontificios y países católicos como España, Portugal, Francia y Polonia.
Es así, como el día jueves 4 de octubre de 1582 fue seguido por el viernes 15 de octubre de 1582, eliminando 10 días para subsanar el error acumulado durante los siglos anteriores; aunque, países gobernados por protestantes temían que fuera una estrategia de los católicos para obligarlos a regresar a la Iglesia y demoraron en adoptar dicho calendario.
Gran Bretaña y sus colonias lo adoptaron en 1752, y para inicios del siglo XX, el calendario gregoriano fue instituido en países como China, la extinta Unión Soviética, Grecia, Turquía, y en la mayoría de los países del mundo.
AV / Con información de Aciprensa
