El presidente de la Asamblea Nacional (AN), Juan Guaidó,anunció este martes un paro escalonado en la administración pública como otra medida de presión contra el Gobierno de Nicolás Maduro al que considera ilegítimo y dictatorial.

“Vamos hacia un paro escalonado en la administración pública definitivamente, propuesto por los sindicatos”, dijo en una rueda de prensa el líder opositor tras reunirse con representantes de varios gremios en Caracas.

“Producto de esta reunión, vamos a construir las capacidades para no seguir colaborando con la dictadura, para que los empleados públicos no se vean obligados a cooperar nunca más ni ser obligados a nada”, prosiguió.

Guaidó anunció que desde mañana el Parlamento, de mayoría opositora, comenzará a sostener reuniones con las más grandes centrales de trabajadores, que agrupan más de 600 sindicatos, para coordinar acciones que se irán comunicando progresivamente.

“Sabemos que van a empezar las amenazas, la persecución”, dijo tras criticar que el país tenga hoy “indicadores de guerra” como una contracción del Producto Interno Bruto de más del 50 % y una inflación que superó los 2.000.000 % el año pasado.

El líder del antichavismo se reunió esta jornada con sindicalistas de la Cancillería, la estatal eléctrica Corpoelec, compañías telefónicas y petroleras; instancias todas bajo el control del chavismo gobernante.

“La presión apenas comienza, la movida social ahora es que va a la calle”, señaló sin dejar de recordar que la “lucha” de los trabajadores es anterior a la tensión política pues solo el año pasado los gremios encabezaron el conflicto laboral más extendido en la historia del país que significó decenas de protestas.

Maduro ganó con holgura la reelección en mayo pasado, en unos comicios tachados de fraudulentos entre otras razones por la imposibilidad de competir que tuvieron sus principales contendientes.

Por ello, Guaidó juró asumir como mandatario interino y encabezar varias acciones para cesar la usurpación que considera hace Maduro de la Presidencia y en ese afán cuenta con el respaldo de medio centenar de naciones.

EFE