Fútbol relámpago fue la principal apuesta táctica en la cancha por Dudamel

El paso de Rafael Dudamel por la selección nacional de fútbol no dejó una huella particular, una marca indeleble por la que fuera reconocido su estilo de juego.

Por el contrario, desde que asumió el cargo en sustitución de Noel Sanvicente en abril de 2016, su forma de enfrentar los partidos y los intérpretes que utilizó en la cancha, generaron cuestionamientos y hasta la rebelión del delantero Josef Martínez, quien renunció a la selección.

Pese a contar con una de las generaciones de mediocampistas más atrevidos y técnicamente dotados del fútbol venezolano, encabezadas por Yeferson Soteldo y Rómulo Otero, Dudamel apostó por un fútbol relámpago de escasa elaboración en la mitad. Su estrategia de jugar con tres mediocampistas de corte defensivo, obligaba a lanzar pases profundos para que los extremos, Darwin Machís y Jhon Murillo, se la jugaran en el uno contra uno, mientras que un único delantero, Salomón Rondón o Josef Martínez, quedaban aislados entre los defensas rivales. Jugando así, Dudamel consiguió los triunfos más notables en partidos amistosos, ante Argentina de Leo Messi (1-3), Estados Unidos (0-3) y Japón (0-4), donde añadió más fútbol asociado con Yeferson Soteldo.

Dos clasificaciones a cuartos de final de Copa América y el puesto 25 del mundo en FIFA son los legados que deja a su sucesor.

Lider