Franja de Gaza el día después: Pobreza, desplazamiento e inseguridad alimentaria

El día después del alto al fuego en Gaza, la pesadilla no ha terminado para el pueblo gazatí, que padece los horrores de un genocidio, ahora sin armas.

La realidad sigue siendo insoportablemente dura para la población de Gaza, días después del alto al fuego acordado entre Israel y Hamás, mientras se ejecutan los lentos planes de reconstrucción propuestos y la ayuda humanitaria que empezó a ingresar al territorio.

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La mayoría de los residentes siguen desplazados, luchando por sobrevivir en medio de una economía paralizada, una pobreza cada vez mayor y una grave escasez de alimentos, agua potable y artículos de primera necesidad, incluso con el temor constante a una nueva agresión por parte del ejército israelí.

El genocidio dejó no solo ruinas, sino que de alguna manera sus efectos siguen vigentes, en tanto la sociedad sigue despojada de sus medios de vida. La mayoría de los gazatíes perdieron sus fuentes de ingresos, ya fueran negocios, agricultura o trabajo diario.

Las familias se enfrentan al hambre y la privación, incapaces de proporcionar alimento, ropa o incluso seguridad a sus hijos, y aun accediendo a los elementos que trae la ayuda humanitaria, hay una demanda urgente difícil de satisfacer en breve tiempo, mientras el deterioro continua.

Los padres se saltean comidas para que sus hijos puedan comer y otros dependen de comedores sociales y distribuciones de ayuda para una sola comida diaria. La ropa nueva se ha convertido en un lujo y muchos usan las mismas prendas andrajosas durante años.

Ayham Al-Amour, un residente desplazado, dice que las autoridades de ocupación israelíes siguen restringiendo la entrada de alimentos esenciales a Gaza, permitiendo sólo productos limitados como fideos instantáneos y mezclas de café, mientras que prohíben las verduras frescas, las frutas, las aves, los huevos y la carne roja.

Ghassan Elewa, otro residente afirma que , «La falta de verduras y carne frescas ha debilitado el sistema inmunológico de la gente, especialmente de los niños y las mujeres embarazadas». Raed Al-Arja, padre de cuatro hijos, señala que en los comedores comunitarios «sirven los mismos platos varias veces a la semana», y agrega «Estamos agradecidos, pero la dieta repetitiva y limitada ha afectado gravemente la salud de las personas. Muchos presentan síntomas de fatiga y desnutrición».

Al-Arja añade que los precios de las frutas y verduras, cuando están disponibles, son altísimos. «Los padres tienen miedo de llevar a sus hijos al mercado porque no pueden comprar lo que piden», dice. «Es una guerra económica que se suma a la guerra física».

El Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas (OOPS) advirtió recientemente que casi todas las tierras agrícolas de Gaza han sido destruidas o se han vuelto inaccesibles. La UNRWA estima que el 88% de las tierras agrícolas de Gaza han sido destruidas, dejando al territorio dependiente de las importaciones de productos básicos en el futuro cercano.

Volker Türk, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, enfatizó que los derechos humanos deben ser el eje central de los esfuerzos de recuperación de Gaza, instando al restablecimiento inmediato del acceso a alimentos, agua, vivienda y atención médica. También reiteró la necesidad de tomar medidas políticas genuinas hacia una solución de dos Estados y la realización del derecho del pueblo palestino a la autodeterminación.

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UNRWA exige que se deje ingresar sin obstáculos la ayuda humanitaria y se permita trabajar en las tareas de ayuda humanitaria y reconstrucción ya que» hay todo para hacer». Foto UNRWA

Mientras tanto, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) informó que, debido al cierre de los principales cruces fronterizos, la distribución de alimentos en la ciudad de Gaza aún no ha comenzado y que sólo llegan a la zona suministros limitados.

Según fuentes médicas en Gaza, la escalada israelí que se intensificó el 7 de octubre de 2023 ha causado hasta ahora 67.967 muertos y 170.179 heridos, dejando a una población devastada que lucha por reconstruirse entre las ruinas. 

 8.000 profesores en Gaza

Entre las tareas de solidaridad internacional, el Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (OOPS) dijo que más de 8.000 de sus maestros en la Franja de Gaza están listos para ayudar a los niños a regresar a aprender y reanudar su educación.

UNRWA destacó que es la mayor organización humanitaria que opera en la Franja de Gaza y se le debe permitir llevar a cabo sus tareas sin obstáculos. Afirmó que «los niños de Gaza han estado privados de educación durante demasiado tiempo», subrayando la necesidad de permitirles regresar a la escuela lo antes posible.

Hender «Vivo» González

Con información de Telesur