El club azulgrana confiaba en una revalorización de Dembélé, Griezmann y Lenglet que no se ha producido al caer sorprendentemente eliminada en octavos
El Barcelona confiaba en que la Eurocopa sirviera como escaparate para varios jugadores que tiene intención de poner en el mercado este verano. La entidad catalana necesita ingresar dinero por ventas con el fin de poder fichar algún jugador más antes del comienzo de la nueva temporada. Y una de las selecciones que más dinero podía generar era la francesa.
Sin embargo, la realidad ha sido muy dura con el cuadro galo y, por extensión, con el Barcelona. Francia podía generar ventas interesantes para el club azulgrana y al final se ha quedado en nada. Era un excelente escaparate para Dembélé, Lenglet e incluso Griezmann. La sorprendente eliminación ante Suiza y salida de la competición en octavos, dificulta la venta de estos tres jugadores.
La lesión de Dembélé
Lo del delantero ha sido el golpe más duro. El Barcelona tenía la intención de ponerle en el mercado si no aceptaba la oferta de renovación a la baja que tenía encima de la mesa desde hace tiempo. Y sabía que Dembélé era una de las mejores opciones de venta ya que su amortización era pequeña y el galo sigue teniendo buen mercado. De hecho, se habla de que el Manchester United estaba dispuesto a pagar 50 millones de euros de traspaso.
Su lesión frena cualquier opción de salida. Con cuatro meses de baja, no se espera su regreso hasta finales de octubre y ningún club lo comprará lesionado. Y más, visto el historial de lesiones que atesora Dembélé en los últimos años. El delantero comenzará la temporada con el Barcelona y ahora la intención del club es que acepte su oferta de renovación porque si no lo hace se marchará libre en junio de 2022.
El papel de Griezmann
En un principio, la idea del Barcelona no es poner a Griezmann en el mercado, pero si llegara una buena oferta estaría dispuesta a estudiarla. En este caso, la amortización del fichaje es todavía muy elevada, pero quitarse de encima una ficha como la suya, que supera los 20 millones netos por temporada, aliviaría considerablemente los problemas del club con la masa salarial.
Una condición casi indispensable para que recibiera una buena oferta es que hubiera realizado una excelente Eurocopa. Griezmann no ha estado mal, pero la eliminación de Francia en octavos eclipsa las cosas buenas que hizo en el torneo. En este momento es muy complicado que salga del equipo en verano.
El año de Lenglet
Lenglet ha cuajado su peor temporada desde que llegó al Barcelona. No lo hizo bien en el club azulgrana y tampoco ha tenido una buena actuación con su selección. Sobre todo, en el partido decisivo ante Suiza. El defensa estuvo muy blando en el primero gol del equipo rival y fue sustituido en el descanso. Un mal síntoma que ya le pasó en un par de ocasiones en el Barcelona esta temporada.
El Barcelona tiene en estos momento seis centrales en el primer equipo. Y no descarta fichar uno más. Para eso es vital que salgan algunos de los que están en nómina. Uno de ellos es Umtiti, mientras que el otro podría ser Lenglet. Por eso era importante para el Barcelona que realizara una buena Eurocopa, algo que no ha sucedido. Su venta es ahora más complicada.
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