¡Fiestón y gloria en París!: PSG se impone al Arsenal y jugarán la final de la UEFA Champions League contra el Inter

Los parisinos vencen 2-1 al Arsenal, con golazo de Fabián incluido y con un impresionante Donnarumma, y jugarán la final de la Champions contra el Inter.

En el año en el que se marchó Kylian Mbappé, el del epitafio del proyecto galáctico, el que estaba destinado a arrasar en el fútbol moderno, en la temporada en la que muchos, en agosto, se aventuraron a vaticinar que este equipo no sería temible al no contar con estrellas, que perdería su trono en Francia incluso, el Paris Saint-Germain jugará la segunda final de la Champions de su historia, la segunda en cinco años, después de haber protagonizado un camino espectacular, repleto de alegrías, sobreponiéndose a una situación crítica en la máxima competición europea, tan cruel con los parisinos, pesadilla de Qatar durante más de una década. Los de Luis Enrique, que ha revitalizado a un equipo que ya daba por hecho que no sería rey de Europa antes de su llegada, forjando un equipo de autor, vencieron 2-1 al Arsenal , con un gran Fabián y con un excelso Donnarumma, y certificaron su billete a la final, donde se medirán al Inter.

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París se había engalanado para la ocasión. Luis Enrique sorprendió de inicio con la suplencia de Dembélé. Todos los medios franceses le daban como titular y el asturiano, sin embargo, seguramente porque no llegó en plenas condiciones, decidió salir con la explosividad de DouéBarcola y Kvaratskhelia y guardarse el as en la manga del francés para el segundo tiempo. En el Arsenal, Arteta recuperó a Thomas Partey, devolvió a Merino a la posición de delantero y Timber, a diferencia de Dembélé, sí fue titular.

El Parc pasó de la algarabía al silencio en apenas cinco minutos, en los que el Arsenal, como un ciclón, salió a ganar el encuentro a un ritmo incontestable. A diferencia del partido de ida, donde fue el PSG el que dio el primer golpe, los Gunners sorprendieron a los parisinos con dos oportunidades manifiestas. La primera, de Rice, cuyo testarazo rozó el poste; la segunda, de Martinelli, repelida por Donnaruma.

Este PSG se habría caído antaño en ese sometimiento continuo del rival. Sin embargo, la entereza con la que ha solventado situaciones críticas en la presente Champions, en la que estuvo contra las cuerdas en diciembre, es digna de admiración. Y si Donnarumma, tan denostado durante años por su rendimiento en Europa, se viste de héroe, con paradas imposibles, como la que le hizo a Odegaard, en un misil en la frontal del noruego, la balanza es más fácil que se decante a su favor.

El partido no concedía ni una tregua, ni un suspiro, ni un momento a los jugadores para pensar. El Arsenal, que fue un rodillo hasta el minuto 25, fue perdiendo fuelle y el PSG de Luis Enrique es incluso más letal corriendo que sin espacios. Kvaratskhelia estrelló en el poste un disparo espectacular y, después, fruto de un error de Saliba, Doué tuvo el 1-0, pero le fallaron las piernas tras una galopada atronadora.

El partido lo hubiera podido abrir cualquiera, pero fue el PSG el que sacó a relucir su inagotable calidad. Se olvidó el Arsenal por completo, en una segunda jugada, de Fabián Ruiz, que, con una tranquilidad en una zona donde muchos no se atreven ni a controlar, amortiguó el balón, lo orientó y batió a David Raya con un latigazo. El Parque de los Príncipes resonó como nunca, el PSG se acercaba a la final y el español se reivindicó en un año en el que pocos mediocentros pueden mirarle a los ojos.

El partido perdió fuelle, pero de la tranquilidad se pasó a la locura en cuestión de minutos. Donnarumma volvió a ser determinante, con otra mano imposible, esta vez a Saka. Al Arsenal le sobró fe y le faltó mordiente en el área rival. En ese tira y afloja, con un PSG amarrando el resultado, el árbitro señaló una mano de Lewis-Skelly, muy litigiosa porque estaba de espaldas. Y David Raya dejó viva la eliminatoria, evitando el 2-0 de Vitinha, cuyo disparo fue un regalo para el español.

La falta de contundencia que le faltó al Arsenal le sobró al PSG, que, gracias al omnipresente Achraf, un todoterreno al que la gasolina no se le acaba nunca, al que Luis Enrique ha transformado, marcó el 2-0. Y, aunque los de Arteta se resistieron a claudicar, porque Saka rubricó el 2-1 y tuvo, a portería vacía, el empate a dos, esta final era para el PSG, para el de Lucho, que estarán en Múnich el 31 de mayo.

Cambios

Riccardo Calafiori (67′, Myles Lewis-Skelly), Leandro Trossard (68′, Gabriel Martinelli), Ousmane Dembélé (69′, Bradley Barcola), Lucas Hernández (73′, Désiré Doué), Ben White (82′, Jurriën Timber), Gonçalo Ramos (87′, Nuno Mendes)

Goles

1-0, 26′: Fabián, 2-0, 71′: Achraf Hakimi, 2-1, 75′: Bukayo Saka

Tarjetas

Arbitro: Felix Zwayer
Arbitro VAR: Bastian Dankert, Benjamin Brand
Nuno Mendes (17′,Amarilla), Declan Rice (25′,Amarilla), Myles Lewis-Skelly (55′,Amarilla), Bukayo Saka (85′,Amarilla), Riccardo Calafiori (85′,Amarilla), Khvicha Kvaratskhelia (85′,Amarilla).

Hender «Vivo» González

Con información de Diario AS