Rodrigo Londoño, alias Timochenko, aseguró que la oposición venezolana tiene un parecido con las bandas paramilitares en Colombia.

La guerrilla de las FARC, que implementa un pacto con el gobierno de Colombia para superar medio siglo de conflicto, expresó su apoyo al gobierno del presidente Nicolás Maduro y cuestionó las informaciones divulgadas sobre la situación en Venezuela.

“Las FARC no podemos guardar silencio en aras de ganar simpatías. Respaldamos a Nicolás Maduro Moros y la revolución bolivariana”, dijo el grupo rebelde en un comunicado fechado el 20 de abril pero divulgado este sábado a través de sus redes sociales.

Venezuela atraviesa una grave crisis tras tres semanas de fuertes protestas que han dejado 20 muertos, desatadas después de que el máximo tribunal se adjudicara temporalmente las funciones del Parlamento –de mayoría opositora– y anulara la inmunidad de los diputados.

Firmado por Rodrigo Londoño alias “Timochenko”, máximo líder de la organización, las FARC afirmaron en el comunicado que el gobierno de Venezuela sufre una arremetida que pretende desprestigiarlo.

“No es más que el ejemplo más cercano, de cómo se convierte en incapaz y totalitario a un gobierno, que mediante un bello experimento de democracia y tolerancia, construye una alternativa económica y política frente al designio neoliberal”, dijo el grupo rebelde.

La organización también llamó a los colombianos a buscar “otras alternativas para informarse” ante el desconocimiento del “fervor chavista” y de “las multitudes que rodean a su presidente”.

Las FARC admitieron que en Venezuela “pueden haberse cometido errores”, pero indicaron que “pueden repararse y superarse”, descartando por otro lado que la clase política colombiana esté en situación de dar lecciones “de democracia y decencia”.

Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, marxistas) y el gobierno de Juan ManuelSantos ejecutan actualmente el acuerdo de paz firmado por las partes en noviembre pasado para poner fin a la confrontación.

El conflicto armado colombiano, en el que también han participado otras guerrillas, paramilitares y agentes estatales, ha dejado unos 260.000 muertos, 60.000 desaparecidos y 6,9 millones de desplazados.

AFP