Una de las principales actividades que realiza el venezolano con frecuencia en esta cuarentena es comprar alimentos; pareciera extraño decir que se vive un período de aislamiento total, cuando diariamente se evidencian largas colas afuera de los abastos y supermercados alrededor de la ciudad.
Los ciudadanos batallan día tras día con llevar comida a sus hogares, hay quienes deben salir a trabajar para mantenerse y otros que salen a gastar lo poco que les cae a sus cuentas para que su dinero no se les convierta en sal y agua; pero, además de las largas colas bajo el inclemente sol y el calor abrasador, los compradores juegan a la ruleta rusa con los puntos de venta como armas.
El anuncio de “transacción fallida” seguido de un “error 51 (fondo insuficiente)”, puede ser determinante en el rompecabezas de la compra del día, los que llevan el presupuesto justo vuelven con las manos vacías y otros deben sacrificar algún rubro para poder comprar otro.
Caso tal le sucedió a Daniela Espinoza, una joven, que con 600 bolívares de su quincena en la mano, salió a hacer milagros para completar el almuerzo del día.
En su lista tenía marcado medio cartón de huevos, un paquete de harina, verduras y lo que le quedara en queso; un arroz con huevo para resolver el almuerzo y las arepas de la cena.
Sin embargo, luego de dos intentos de pasar la tarjeta por el punto de venta y un aviso recurrente de pérdida de conexión, el aparato arrojó la frase “fondo insuficiente”, la joven angustiada comienza a revisar desde su móvil los movimientos bancarios de ese día y observa que en la cuenta solo le quedan 53 mil bolívares, las dos transacciones fueron debitadas y al reclamarle al vendedor, éste revisa el reporte de cierre del punto y apenado le informa que él tampoco tiene el dinero y que debe esperar que el banco responda.
NAD
