Estudiar en Venezuela se hace cuesta arriba

“Estudiar se ha convertido en un verdadero sacrificio” es la frase que estudiantes de la UCLA, Unexpo y UPEL, sueltan cada vez que intenta describir la situación de los estudiantes universitarios.

Y es que la crisis que ha arropado al país, golpea con fuerza a este sector que según los propios dirigentes estudiantiles ha presenciado una deserción de casi el 20% en las aulas de clase, pues ante la falta de servicio de transporte, comedor, y demás beneficios que anteriormente eran otorgados, se les hace cuesta arriba poder costearse una carrera universitaria.

Jesús Suárez, dirigente estudiantil de la UCLA, precisa que la desmotivación ha trastocado a algunos estudiantes que sin tener otro remedio deben salir de aulas de estudio, a esto le suma que desde el gobierno aún no asignan el presupuesto correspondiente para que se pueda activar con regularidad el servicio de comedor, que en esa casa de estudios debería alimentar a un aproximado de tres mil estudiantes.

Cada vez es más complejo estudiar, el gobierno nos ha llevado a un retroceso inimaginable y es lamentable para un país que debería estar en un proceso de desarrollo y crecimiento”, soltó el dirigente.

Sus palabras no son muy distintas a las que expresa Evelin Colmenares, miembro del centro de estudiantes de la Unexpo, quien explica que la universidad está en un momento crítico, pues siendo una casa de estudio que prepara “ingenieros que son de ejemplo en el mundo” está presentando un déficit de docentes en cátedras indispensables como cálculo, álgebra, física y química, además de las deficiencias que hay en los laboratorios que impide que los estudiantes puedan llevar a cabo las prácticas profesionales.

Y es que en Lara, los representantes de las casas de estudio y los estudiantes se han unido en manifestaciones de calle ante la crisis que atraviesa el sector. La Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL) no escapa a esta realidad, pues en esta institución los servicios de comedor y transporte están paralizados.

La Prensa.