Una noche de fiesta y música country en vivo transcurría en Las Vegas, Nevada, este domingo hasta que un hombre armado abrió fuego desde el piso 32 del famoso Hotel Mandalay Bay matando a más de 50 personas e hiriendo a alrededor de 400, según las autoridades. Se trata del tiroteo masivo más letal en Estados Unidos.

Muchos asistentes confundieron al principio el sonido de la metralla con fuegos artificiales, pero pronto comenzó la estampida cuando comenzaron a darse cuenta que los asistentes caían fulminados al suelo. El denominador común eran los gritos mientras la gente corría para refugiarse de las balas con sus camisas y pantalones manchados de sangre.

“Estábamos bailando, pasando un buen rato y de repente escuché todos estos disparos”, relató Candace LaRosa al periódico Las Vegas Sun describiendo que también pensó que se trataba de pirotécnia. Pronto se hizo claro que era un ataque: “De pronto, estaba todo lleno de sangre por todas partes”, dijo LaRosa que logró escapar hacia Tropicana, un complejo cercano al Mandalay Bay.

Asistentes al concierto tratan de protegerse de los disparos del atacante.
 Cuando el horror comenzó, arriba del escenario delRoute 91 Harvest Festival estaba la estrella de la música country Jason Aldean. En videos del evento se escucha cómo las ráfagas de disparos comienzan a sonar al mismo tiempo que la música sonaba hasta que se interrumpe la actuación.

Kodiak Yazzie, un asistente de 36 años, contó a la agencia AP que estaba viendo el show de Aldean con su novia cuando escuchó los tiros. Dice que en ese momento la banda se detuvo momentáneamente y que volvió a comenzar hasta que una nueva ráfaga de tiros hizo que los cantantes se cubrieran y huyeran del escenario.

Al principio todo fue confusión. En varios videos del momento se ve que mientras se escuchan las ráfagas de disparos mucha gente corre despavorida, al tiempo que otros se tiran al suelo y hay quienes se quedan de pie preguntándose qué sucede o buscando con la mirada el origen del sonido.

“En principio parecía que algo andaba mal con los altavoces”, detalló a The Guardian William Walker, un californiano que viajó para ver el concierto. “(Cuando la música se detuvo) comencé a saltar cercas para refugiarme detrás de los edificios. Sonaba como ametralladora… mientras cientos corrían, otros se agachaban o caían al suelo uno encima del otro”, detalla.

“Todo era histeria. Había gente pisoteada por todas partes. Nos saltamos paredes, subimos coches, para huir por nuestras vidas. Nunca he corrido tan fuerte ni tan asustado en toda mi vida”, dice Jackie Hoffing al periódico británico con los ojos llenos de lágrimas y todavía en estado de shock.

El sujeto disparó sin parar contra la gente y la policía a...

Horas después del ataque, cuando comenzaron a conocerce las dimensiones de la tragededia, el cantante publicó una imagen en Instagram que dice “Recen por Las Vegas” junto con unas palabras: “Esta noche ha sido más que horrible. Todavía no sé qué decir, pero quería que todos sepan que yo y mi equipo estamos todos a salvo. Mis pensamientos y oraciones van a todos los que estaban ahí esta noche. Me duele el corazón que esto le suceda a cualquiera…”.

El Departamento de Policía Metropolitana de Las Vegas dice que en el show había cerca de 22,000 personas que huyeron en estampida. De pronto, los alrededores del Hotel Mandalay Bay comenzaron a llenarse de destellantes luces rojas y azules de ambulancias y coches de la policía.

Luego de refugiarse, muchos comenzaron a buscar a sus amigos perdidos. Otros comenzaron a comunicarse con sus familias, como Jackie Hoffing que estuvo encerrada por más de dos horas en un baño y les envió mensajes de texto a sus hijos para decirles “te amo”. “Pensé que íbamos a morir”, dice Hoffing.

La policía localizó al atacante que, cual francotirador, estaba apostado desde la ventana del piso 32 del hotel. El haber disparado desde la altura y con armas automáticas hizo que la gente no identificara de donde venía la balacera provocando la enorme cantidad de muertos y heridos.

Los agentes dicen que al llegar a la habitación encontraron muerto al sospechoso identificado como Stephen Paddock, un hombre blanco de 64 años, residente de Las Vegas. Aparentemente, Paddock se suicidó. Junto a él en la habitación hallaron diez rifles automáticos.

Agencias/Noticias Barquismeto