En plena cuarentena los apagones se asientan

 El confinamiento en casa se ha transformado en un calvario por la cantidad de horas que están aplicando de racionamiento eléctrico. Desde el inicio de la semana santa, miles de larenses se han quejado porque los apagones diarios ya no son de 3 o 4 horas, sino que aumentaron de 5 a 6 horas.

Freddy Mendoza se confesó cansado de la situación. “Es injusto que vivamos una pandemia sufriendo por la luz y los constantes bajones, pedimos al gobierno que acabe la guachafita“, dijo con rabia este habitante del sector de 3 de La Carucieña al oeste de Barquisimeto donde sufren un racionamiento de luz a diario que se hace desesperante por los calorones y el confinamiento.

El consultado señaló que además de eso, diariamente se registran hasta cuatro bajones de gran magnitud, principalmente en horas de la tarde que pone en riesgo el funcionamiento de aparatos electrónicos en su casa.

No sólo el problema es en La Carucieña, Lomas de León y otras comunidades del oeste de la ciudad, sectores como Las Veritas, Las Casitas y Carorita en el norte, Barrio Unión, San José y parte del centro y el este de la ciudad también padecen el calvario de quedarse sin luz sin tener la ayuda o la explicación de los motivos del racionamiento tan prolongado.

No hay energía

Ante las miles de quejas que expresan los guaros por cualquier medio de comunicación, el ingeniero y experto en electricidad Antonio Patiño, explicó que el “desconsiderado” incremento de las horas de racionamiento se debe a que “no hay energía suficiente para cubrir toda la demanda que se exige en esta pandemia, demanda que es habitual, pero que desde el Sistema Eléctrico Nacional (SEN) quieren hacer ver como alto”.

El vicepresidente del Colegio de Ingenieros de Lara, Julio Gutiérrez señaló que el alto consumo de energía de los guaros en sus hogares es un golpe fuerte y afecta a las plantas eléctricas que no tienen el mantenimiento adecuado para cubrir la alta demanda.

LaPrensa