26 protestas por falta de gas se han registrado los últimos dos meses en Lara

Las calles se han vuelto el escenario de reclamo para quienes tienen entre 3 y hasta 8 meses sin distribución de gas doméstico. Y es que en los últimos dos meses del año en Lara se han registrado no menos de 26 protestas por la falta de gas.

El reclamo se ha hecho casi al unísono en sectores del oeste, norte y este del estado, pues los guaros se han cansado de cocinar en leña por no poder comprar los cilindros.

En las últimas semanas las protestas más fuertes se ha generado en el municipio Palavecino, puntualmente en la parroquia Agua Viva, donde más de cinco comunidades han trancado por tres días consecutivos la redoma del sector, pues tienen tres meses sin poder comprar las bombonas.

Ante el silencio de las autoridades regionales por la escasez de gas, el viernes secuestraron un camión para que les vendiera los cilindros, sin embargo no alcanzó para todos.

A las manifestaciones también han llegado funcionarios de la guardia nacional, sin embargo, el accionar no ha sido del agrado de los guaros pues incluso han utilizado la fuerza para intentar silenciar el descontento que va en aumento en las calles larenses.

En La Carucieña, en la vía hacia Quíbor e incluso en Palavecino, las bombas lacrimógenas y perdigones han sido protagonistas. Reclamo que los guaros hacen a la gobernadora del estado, a quien culpan de querer ocultar la crisis que hay en Lara.

Nunca llega

En el norte se sienten abandonados. Y es que según explica María Arriechi, la única forma de que llegue un camión con los cilindros es trancando las vías. “Hemos hecho de todo, se llama a la central, se hacen colas, se cuadran camiones para llevar las bombonas. Sin embargo, pareciera que es la tranca de las calles, lo único que hace efecto” explicó la mujer indignada, pues comenta que desde hace al menos dos meses debe cocinar a leña ’hay que cortar los palos que están en el patio de la casa para coci­nar, hay que solucionar de alguna forma’ dijo.

Aunque la leña, se ha vuelto su solución, también ha pasado a ser su perdición. Y es que el humo que ahora es frecuente en su vivienda le ha ocasionado a ella, su familia y vecinos cercanos episodios de asma y tos “incontrolables” que va deteriorando el estado de salud de quienes ya no pueden comprar gas, ante la escasez que persiste en Lara.

La Prensa