“Iribarren es ahora un nuevo amanecer, será de nuevo la Ciudad Musical de Venezuela. “A los barquisimetanos les digo que ahora aquí van a volver la feria y los carnavales”,
anunció a principios de mes la alcaldesa encargada Teresa Linárez.
Sin embargo, buena parte de la población considera prioridad resolver problemas de
salud, vialidad y ornato. Estas fiestas se realizan a propósito del aniversario de Barquisimeto las cuales dejaron de hacerse hace tres años, durante la gestión de Alfredo Ramos, como alcalde del municipio Iribarren, argumentando la crisis económica que afecta al país, y que los programas sociales tenían prioridad.
En la actualidad, según barquisimetanos se agudiza, “la situación está dura, no hay alimentos y aumenta el hambre. El foco debe dirigirse en esa área, esgrime Paula Sarmiento, quien apenas pudo comprar un poco de verduras, añadió.
Sin embargo, Juan Canelón, comerciante informal, está de acuerdo con que se rescate la Feria de Barquisimeto, porque ofrece unos días de diversión a la El mejor homenaje a la ciudad es rescatar sus espacios públicos.
Después del episodio, los trabajadores continuaron labores. Además, “es una tradición que no debe olvidarse”. Ana López manifestó un rotundo no, a la Feria y considera que ese dinero que se va a gastar se debe invertir en salud. “Hay niños y adultos con cáncer que necesitan ayuda, y si es que quieren ofrecer esparcimiento a la gente, “bueno que recuperen plazas y parques.
Con ella coincide José Torrealba, es preferible ayudas para medicinas. Además, no hay plata para ir a esas fiestas. En opinión de José Martínez la situación económica no está para fiestas, es preferible que invierta en algo que genere beneficio a la colectividad, por ejemplo reparar las calles que tiene demasiados huecos.
Blanca Pérez tampoco cree conveniente organizar fiestas, porque hay mucha inseguridad. “En esas fiestas siempre salen personas heridas. Entre tanto, José Sánchez considera importante el rescate de la feria de la ciudad, es una tradición y se debe promocionar el folclor. Para la reparación de calles y otros, existe un presupuesto aparte. “Además, sirve para que la gente se olvide de que la comida está cara”
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