En 2024, la APES documentó en El Salvador un récord histórico de 789 agresiones contra periodistas, un aumento del 154 por ciento respecto al 2023.
La Asociación de Periodistas de El Salvador (APES) y la Red Centroamericana de Periodistas (RCP) denunciaron este jueves persecución y censura por parte del Gobierno de Nayib Bukele, en El Salvador así como el grave deterioro que atraviesa el ejercicio del periodismo en el país.
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Ambos organismos insistieron que en el marco del Día de la Persona Periodista, que se conmemora cada 31 de julio en El Salvador, la labor de quienes informan a la ciudadanía, se convierte hoy en un recordatorio del asedio, el hostigamiento y la persecución que enfrentan las y los periodistas que se niegan a guardar silencio.
Al puntualizar que en 2024, la APES documentó un récord histórico de 789 agresiones contra periodistas, un aumento del 154 por ciento respecto al 2023, donde siete de cada diez ataques provienen de funcionarios o instituciones estatales, lo que revela una política sistemática de hostigamiento desde el poder.
“Estas agresiones incluyen bloqueos a la información pública, campañas de desprestigio, vigilancia digital, amenazas directas y procesos judiciales utilizados como herramienta para intimidar y acallar voces críticas”, señalaron las colectivas.
Asimismo, ratificaron que “en este contexto, el exilio se ha convertido en un destino ineludible para quienes persisten en informar sin sucumbir al miedo”, al remarcar que solo en 2025, más de 40 periodistas han sido forzados a huir del país por razones de seguridad, buscando proteger sus vidas y su labor.
Entre tanto, APES y RCP al precisar que “informar en El Salvador hoy no solo implica arriesgar la libertad, sino enfrentarse a un patrón sistemático de persecución que augura una escalada aún mayor contra la prensa libre”, aseguraron que el impacto de estas agresiones va más allá del daño individual.
“El periodismo salvadoreño atraviesa una herida profunda: el cierre de espacios mediáticos independientes, la autocensura, el miedo a las represalias y la pérdida de infraestructura para investigar y publicar información socavan el derecho de la sociedad a estar informada. Callar a la prensa es, en última instancia, callar a la ciudadanía”, firmaron.
Agregaron además que “ante esta situación la Asociación de Periodistas de El Salvador (APES) y la Red Centroamericana de Periodistas (RCP) hacemos un llamado urgente para que cese la persecución contra quienes ejercen el periodismo y se garanticen condiciones reales para el libre ejercicio de la profesión”.
Igualmente exhortaron a la comunidad internacional a mantener la vigilancia y el acompañamiento ante este clima de hostigamiento que amenaza no solo a las y los periodistas, sino a la democracia misma.
Al seguir apostando por el periodismo, aseguraron que la prensa salvadoreña no se rinde. “El periodismo es, hoy más que nunca, indispensable para construir una sociedad informada y libre en la que el silencio no se imponga”, señalaron.
“Desde la APES y la RCP reiteramos nuestra solidaridad con quienes ejercen el periodismo dentro y fuera del país y nuestro compromiso irrenunciable de seguir acompañando, defendiendo y visibilizando su labor”, subrayaron.

Hender «Vivo» González
Con información de Telesur