Elecciones en México dejan un balance ambivalente para el partido Morena

Por el contrario, el golpe electoral más duro es el de la Ciudad de México, en donde López Obrador gobernó de 2000 a 2005.

Elecciones intermedias en México dejan un balance ambivalente para el partido Morena, tras no lograr aumentar significativamente su presencia en la Cámara de Diputados.

Sin embargo, sí ganó la mayoría de las gubernaturas que estaban en juego, lo que fortalece su posición territorial con miras a las presidenciales de 2024.

De acuerdo con el Programa de Resultados Preeliminares del Instituto Nacional Electoral (INE), Morena obtendrá como máximo 203 de los 500 escaños que hay en la Cámara de Diputados, lo que implica un retroceso con respecto a los 253 que ese partido tenía hasta hoy por sí solo y que representaba una mayoría del 51,4%.

Apoyado en sus aliados, el Partido del Trabajo (PT) y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), con quienes en estos comicios formó la coalición Juntos Hacemos Historia, Morena alcanzaría hasta 292 curules, menos que las 313 que acumulan actualmente.

Si bien el oficialismo seguirá siendo la fuerza parlamentaria más grande, queda muy lejos de la meta que tenía de llegar a las 334 diputaciones para tener una mayoría absoluta que le permitiera al presidente Andrés Manuel López Obrador concretar ambiciosas reformas constitucionales en la segunda y última parte de su mandato, que concluirá en 2024.

Sin embargo, el presidente se declaró esta mañana “feliz” por mantener la mayoría simple e incluso no descartó que, cuando se terminen de contar los votos, en realidad obtenga todavía más escaños de los que tenía en la actual Legislatura.

“Que no se vea como triunfalismo, estoy contento porque entre todos los mexicanos pasamos esta prueba electoral porque queremos vivir en libertad, en democracia y sin violencia”, dijo al rechazar los análisis políticos que anticipan un retroceso del poder de su partido en la Cámara de Diputados.

Contrastes

El lópezobradorismo sí avanzó de manera significativa con respecto a las gubernaturas, ya que hasta ahora Morena y sus aliados gobernaban seis de los 32 estados del país: Ciudad de México, Chiapas, Morelos, Puebla, Tabasco y Veracruz.

Pero los resultados de estos comicios lo fortalecen, porque ganó en nueve de las 15 gubernaturas que estaban en juego.

Así, el partido presidencial se impone en Baja California, Baja California Sur, Campeche, Colima, Guerrero, Michoacán Nayarit, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala y Zacatecas. En conjunto, ya son 17 gobiernos estatales, más de la mitad del país.

Por el contrario, el golpe electoral más duro es el de la Ciudad de México, en donde López Obrador gobernó de 2000 a 2005 y que era uno de los principales centros del poder político de Morena.

Aquí, el oficialismo perdió en 10 de las 16 alcaldías que estaban en juego y redujo de 19 a 14 el número de escaños con los que contaba en el Congreso local.

El retroceso implica que Morena dejará de gobernar las alcaldías de Álvaro Obregón, Azcapotzalco, Coyoacán, Magdalena Contreras y Miguel Hidalgo.

La derrota se explica, en parte, por el accidente ocurrido el pasado 3 de mayo en la Línea 12 del metro, en donde el colapso de las vías aéreas tiró a un tren en marcha, lo que provocó la muerte de 26 personas, entre ellos un menor de edad.

Desde ese día, la popularidad de la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, se desplomó del 45% al 35% y los reclamos a los candidatos oficialistas por la tragedia fueron una constante durante las campañas.

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Teorías

Con respecto a la derrota en la capital, López Obrador la adjudicó a múltiples factores y, aunque advirtió que el mensaje central es que el gobierno tiene que trabajar de manera más cercana con la gente, también adjudicó los resultados a la influencia de la prensa opositora.

“Aquí hay más bombardeo de medios de información, acá es donde se resiente más la guerra sucia, aquí es donde se puede leer la revista The Economist”, dijo en referencia al semanario británico que hace dos semanas le dedicó una portada, editorial y artículo en el que lo denostaba a él y a su Gobierno.

El presidente agregó que en la Ciudad de México, sin importar el medio del que se trate, hablan en contra de su gobierno.

“Entonces eso sí aturde, sí confunde, es propaganda día y noche (…) es un fenómeno muy interesante, aquí sí ha tenido efecto la campaña de desprestigio. Todavía antier (los opositores) estaban hablando por teléfono, metiendo miedo, pero todo esto va a superarse”, confió.

Más allá de las estrategias opositoras, consideró que lo más importante después de estas elecciones es refrendar el compromiso de su Gobierno con el pueblo y, sobre todo, darles más apoyos a los pobres.

“Vamos a seguir polemizando, sacudiendo conciencias, zarandeando para que se despierten, para que se entienda porque, cuando la gente vota como ayer, para que continúe nuestro programa de transformación, llegan a decir que este pueblo es ignorante. No, el pueblo es sabio y hay que entender que hay una realidad nueva ya y eso es lo que se expresó”, dijo.

Con información de RT