Un trallazo de Gonçalo Guedes noquea al Athletic y lleva al equipo al partido decisivo en La Cartuja.
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Un durísimo disparo desde fuera del área de Gonçalo Guedes poco antes del descanso desniveló del lado del Valencia el partido de vuela de la primera semifinal de la Copa ante el Athletic y permitió al equipo de José Bordalás sacarse el primer billete para la final de La Cartuja. Allí le espera un posible título y también una puerta abierta para clasificarse para la Europa League. Serio y concentrado, el conjunto local neutralizó a un rival al que le faltó ‘magia’ y que vio como un brillante Mamardashvili desactivó la posibilidad de que Iñaki Williams cambiara el guión del choque aún con empate a cero.
Empujado por un Mestalla entregado, de salida fue el equipo local el que encerró a los visitantes en su área, comandado por un Bryan Gil que con el 21 a la espalda a ratos parecía Pablo Aimar y a ratos David Silva. La defensa de cinco permitía a los de José Bordalás controlar alguna tímida salida del Athletic y, tras un lío en el área local, Mamardashvili resolvió con una buena parada un disparo de Iker Muniain, antes de que un fuera de juego invalidara la jugada. La importancia del choque no hizo que la afición del Valencia olvidara su cita contra su máximo accionista Peter Lim en el minuto 19 como en cada partido, eso sí esta vez había más ganas de que pasara para seguir animando.
Al son de Muniain, el Athletic se fue alargando pero Iñaki Williams seguía muy solo para poder hacer daño rodeado de tres centrales. El cambio del lesionado Gayà (que forzó para estar en el partido y al que Mestalla despidió en pie tras 32 minutos) acentuó la sensación de cambio de dominador. Los minutos siguieron cayendo, los contactos subiendo en dureza y empezaron a llegar las oportunidades. La tuvo Willams, que se plantó sólo frente a la portería local tras ganarle la espalda a la defensa después de otro buen pase de Muniain, pero se vio sorprendido por la rápida y agresiva salida de Mamardashvili.
Cuando el choque se derretía hacia el descanso, tras una falta lateral, Guedes se hizo con un balón muerto en la frontal del área y conectó un misil al que no pudo llegar Agirrezabala y que hizo explotar Mestalla. Lo que sí que hizo el joven portero vasco fue evitar que Soler pusiera a su equipo contra las cuerdas en la prolongación cuando el Athletic aún estaba digiriendo el golpe.
Se echó atrás (pero no mucho) el Valencia en la reanudación y el Athletic se armó de paciencia para tratar de superar sus pobladas líneas. Raúl García parecía el único con la llave para el hacerlo. Pero le faltaron socios. En el otro lado Hugo Duro percutía una y otra vez contra los ‘verdes’. Trató Marcelino de agitar a su equipo con un triple cambio pero la mejor opción fue una chilena de Soler tras una inesperada genialidad de Foulquier. Siguiente intento vasco: Nico Williams. Los jugadores locales empezaban a caerse y pedir la atención médica y el técnico asturiano a quejarse por las interrupciones pese a que Gil Manzano ‘castigaba’ a los que salían del césped retrasando su vuelta.
Ni la marcha con problemas físicos ni los seis merecidos minutos de prolongación descentraron al Valencia que se mantuvo firme y que en el añadido apenas concedió un disparo desviado de Yuri. La Cartuja le espera.
Mundo Deportivo
