El sabor de la calle: ¿Qué tan higiénica es la comida ambulante en Barquisimeto?

La comida ambulante es un pilar de la cultura gastronómica de Barquisimeto, ofreciendo una gran cantidad de sabores a los comensales, pero, ¿qué hay detrás de esos sabores que nos acompañan en el día a día? La higiene y la procedencia de los ingredientes son dos preocupaciones recurrentes para los consumidores.

No es un secreto para nadie que la improvisación es parte de la dinámica de muchos puestos. Sin embargo, ¿qué tan conscientes son los vendedores de la importancia de la inocuidad alimentaria? Es por ello que el equipo de Noticias Barquisimeto conversó con algunos de ellos para conocer de primera mano cómo manejan este desafío.

Rafael Márquez, quien lleva años en el negocio, nos recibió con la disposición de aclarar dudas. «Sí, sí tenemos el registro sanitario al día. Eso es fundamental», aseguró con convicción. Al preguntarle sobre el agua, un punto crítico en la preparación de alimentos, Márquez explicó su logística: «El agua la buscamos directamente de donde guardamos el carrito. Llenamos la que es para el ‘agua de María’ para los panes y también tres tobos grandes, con eso nos alcanza para todo el día. Para lavar la lechuga, el tomate y todo eso también le echamos vinagre; eso es para que sea higiénico y la gente coma con confianza». Su método, aunque quizás suene un poco artesanal, demuestra una preocupación por ofrecer un producto seguro, un detalle que a menudo pasa desapercibido para el comensal apurado.

Otro de los consultados fue Engel Barrios, quien también se dedica a la venta de comida callejera. Con un tono similar, Barrios afirmó tener en regla sus registros sanitarios. «Nosotros compramos agua potable y lavamos todo muy bien antes de preparar cualquier cosa. La idea es que la gente que nos compra se sienta segura y disfrute lo que come», comentó. Su testimonio refuerza la idea de que, si bien la formalidad puede ser un reto para el sector informal, existe una conciencia sobre la importancia de la limpieza y la manipulación adecuada de los alimentos para el consumo humano.

Es innegable que la comida ambulante es una opción accesible y rápida para muchos barquisimetanos. Sin embargo, para mantener la confianza del público, es crucial que las autoridades sanitarias realicen fiscalizaciones periódicas y que los propios vendedores sigan apostando por la higiene y la calidad en cada plato que ofrecen. Porque al final del día, el sabor de la calle debe ir de la mano con la tranquilidad de saber que lo que comemos es, sobre todo, sano.

Carla Martínez / Noticias Barquisimeto