Un gol de Jacobo Ramón en el minuto 95 evita el mal trago de regalar una noche de fiesta en Canaletas a los culés.
Mbappe había neutralizado en la segunda mitad el tanto visitante de Valjent en los primeros compases.
Un gol del canterano Jacobo Ramón en el 95′ evita que el Barça salga campeón a Cornellà. Mbappé había igualado antes el tanto de Valjent. Leo Roman retrasó el merecido triunfo blanco.
Jugar a fondo perdido no es plato de gusto para nadie, menos para el Madrid, donde solo existe el título o el fracaso. Ante un Bernabéu que sufrió un ataque de resignación evitó un alirón de sofá al Barça, lo que hubiera supuesto una última renuncia aciaga. En su disparo número 39 y después de lanzar 26 córners, el canterano Jacobo Ramón, en el minuto 95′, metió su puntera para salvar la victoria y el honor.
En cualquier caso, el penúltimo partido del curso en el Bernabéu dejó algunos datos que debería anotar Xabi Alonso. No hay mejor centrocampista en la plantilla que Modric y conviene no caer en el edadismo, aunque esa guillotina parece lista. No hay mejor jugador en la plantilla que Mbappé, que va para pichichi (tres tantos le saca ya a Lewandowski), y conviene que el resto aprenda a ser satélite. Y no hay mejor portero en el mundo que Courtois. Fueron lo mejor de un Madrid en retirada que vive una especie de veranillo de mayo, donde se debate de fichajes y no de presente.

El Madrid sufrió tal proceso de desintegración en las horas previas que quedó al filo de la alineación indebida, esa frontera de siete jugadores del primer equipo sobre el campo que no se puede traspasar por reglamento. A las diez bajas conocidas en la víspera se sumaron dos de última hora, Lunin y Brahim, que le dejaron a Ancelotti solo diez futbolistas de la primera plantilla, lo que condicionó no solo el once, porque le obligaba a jugar con lo puesto, sino a medir mucho los cambios para no saltarse la ley. No equivocarse en eso, ayudar a Mbappé a consolarse con el pichichi y evitar un alirón culé desde el sofá eran los objetivos, todos muy menores, en el partido.
Para el Mallorca, en cambio, el duelo era una oportunidad para volver a sus mejores días, los de sus aventuras europeas, segundo objetivo del curso. El aprobado de la salvación lo recibió ya hace semanas. La presencia de dos centrales novatos en el Madrid, más Jacobo Ramón que Asencio, animó a Jagoba Arrasate a juntar arriba a sus dos puntas, Larin y Muriqi, arietes siempre con pinturas de guerra. También se ahorró a Maffeo. Sin Vinicius ese globo nacía pinchado.

El partido se le puso pronto de cara en las dos áreas. En la propia, porque Leo Román salvó un mano a mano ante Endrick, que había llegado hasta ahí gracias a su velocidad tras recibir un gran pase de Güler, y en la contraria, hasta donde se animó a llegar el central Valjent para colocar un disparo de izquierda con la maña de un fino interior. La defensa del Madrid andaba de oyente. Nadie del Mallorca volvió al lugar del crimen en la primera mitad.
En cierto modo, Jagoba Arrasate ha llevado la playa a la montaña, le ha dado un aire norteño a un Mallorca que ya amagaba con ello tras el paso de Javier Aguirre, otro que cursó estudios en Navarra. Molestó mucho de salida a un Madrid extraordinariamente circunstancial con una defensa cerrada y dos delanteros que conceden, por intensidad y anatomía, muchas segundas jugadas. Otra cosa es que luego no andara nadie ahí para aprovecharlas.
Esa fiereza bermellona no la tuvo de salida el Madrid, que se quedó protocolariamente con la pelota, hasta que poco a poco fue saliendo de ese duermevela y coleccionando ocasiones estupendas ante un público silente, sin entusiasmo ni reproche.

En esa fase de embestida blanca, Leo Román le quitó un gol a Bellingham, al que la afición es incapaz de reconocer; Endrick, el más interesado, mandó un disparo desde la frontal al fondo norte; Mbappé le imitó después, calcando la dirección y la grada; Modric y Valverde también quisieron probarlo sin sorprender al porterazo balear. Cabe decir que, hasta ese momento, Modric era ya el mejor centrocampista blanco de largo, que Mbappé mantenía alto el listón en un equipo que anda con la moral por los suelos y que resultaba paranormal que el Madrid no hubiese alcanzado al menos el empate. La mala puntería y la mala suerte son la cola del cometa que ha devastado al campeón esta temporada.
La segunda parte recrudeció la ofensiva del Madrid, que ya había advertido la renuncia del Mallorca a otra cosa que no fuera fortificar el área. Hasta Valverde, que durante el curso ha sido la orquesta del Titanic, abandonó su banda para sumarse al asalto. El Madrid defendía con tres y parecían muchos.
El partido se jugaba en veinte metros, pero el Madrid no encontraba por dónde abrir brecha. Esa desesperación suele desembocar en el centro lateral, solución discutible en la mayoría de los casos, la peor posible en un equipo que carece de rematadores y que enfrente tiene a otro con más torres que alfiles. Más aferrado a la pelota que en la primera parte, el equipo de Ancelotti creaba menos oportunidades. Solo Mbappé parecía deshacer algún nudo.
Jagoba Arrasate había metido entonces a Dani Rodríguez por Larin para coger algo de aire a la contra cuando el francés se sacó un gol de la manga. Recogió una pase de Modric en la frontal, despachó con dos fintas a Morey y Valjent y empató por el primer palo. En esto conviene tener un gran delantero y un gran portero. Esto también lo tiene el Madrid. A Morey le negó el segundo gol con una de sus paradas imposibles tras error de Jacobo Ramón.
En la recta final entró Maffeo para que el Bernabéu rompiera su hora y media de silencio contra él, Valjent salvó un tanto de igual valor al que marcó, a Gonzalo se le fue un gol que vio todo el Bernabéu y Leo Román alargó su exhibición con nuevas paradas ante Güler, Bellingham y Valverde. Y cuando todo parecía perdido un canterano, Jacobo Ramón, metió su puntera a un balón prolongado por un invisible, Vallejo, para evitar que el Barça salga hoy de paseo en Cornellà. Los caminos del fútbol son inescrutables.

Cambios
Dani Rodríguez (58′, Cyle Larin), Omar Mascarell (58′, Antonio Sánchez), Jesús Vallejo (63′, Raúl Asencio), Gonzalo García (73′, Endrick), Pablo Maffeo (76′, Toni Lato), Johan Mojica (76′, Mateu Morey), Marc Domenech (83′, Sergi Darder)
Goles
0-1, 10′: Valjent, 1-1, 67′: Kylian Mbappe, 2-1, 94′: Jacobo Ramón
Tarjetas
Arbitro: Javier Alberola Rojas
Arbitro VAR: Jorge Figueroa Vázquez, Javier Iglesias Villanueva
Antonio Sánchez (38′,Amarilla), Samuel Costa (54′,Amarilla), Maffeo (81′,Amarilla).

Hender «Vivo» González
Con información de Diario AS