Se ha vuelto una escena tan común que ya casi no sorprende. Una moto en el suelo, restos de plástico y metal esparcidos por el asfalto, un grupo de curiosos alrededor y, en el peor de los casos, un cuerpo tendido en el pavimento o siendo atendido por paramédicos. Los accidentes viales, especialmente aquellos que involucran a motorizados, se han convertido en una trágica estampa cotidiana en Barquisimeto.
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Este miércoles 3 de septiembre, la realidad volvió a golpear en la calle 7 del sector Concordia, cuando una moto colisionó con un vehículo. El resultado, una persona herida, es un eco de lo que ocurre casi a diario en cada rincón de la capital larense. El reporte del VEN-911, una de las fuentes principales para estos sucesos, se ha vuelto un boletín de desgracias que tristemente ya son parte del paisaje informativo.

La respuesta no es simple, pero apunta a un factor clave: la imprudencia. Conductores de motos que ignoran las luces de los semáforos, que circulan a alta velocidad entre los vehículos, que no usan casco o que transportan a más de dos personas sin considerar el peligro.
El ciudadano común, con celular en mano, siempre comparte videos y fotos de choques, algunos impactantes, otros que muestran la irresponsabilidad de quienes conducen. Los comentarios de los usuarios varían entre la indignación y la resignación. «Ya es normal, manejan como locos, la gente no aprende», son frases que se leen una y otra vez, evidenciando una preocupante normalización de estos eventos.
Las autoridades insisten en campañas de concientización y operativos de control, pero el problema persiste. No se trata solo de la falta de respeto a las normas de tránsito, sino también de la percepción de riesgo. La urgencia del día a día, la necesidad de llegar rápido o la simple falta de conciencia, parecen ser más fuertes que el temor a un accidente.
Detrás de cada estadística hay una historia. Un joven que se dirigía a su trabajo, un padre que iba a buscar a sus hijos o un ciudadano común que se encontró en el lugar y momento equivocados.
NB