El Papa llega a Colombia con un mensaje de reconciliación y paz

El momento más esperado por la comunidad católica de Colombia durante este 2017 ha llegado. El papa Francisco, máximo jerarca de esta congregación en el mundo, llega este miércoles al país procedente de Roma, a bordo del Pastor 1, avión de la aerolínea Alitalia.

Aterrizará en el aeropuerto de la base militar de Catam, en Bogotá, hacia las 4:30 de la tarde. A partir de ese momento comenzará el periplo del Papa suramericano por nuestro país. Durante su visita, recorrerá, además de la capital, las ciudades de Villavicencio, Medellín y Cartagena.

Por estos lugares, Francisco llevará mensajes de paz, reconciliación y, como él mismo lo aseguró en un video dirigido a Colombia el lunes, propondrá a los colombianos “dar el primer paso”.

Con esto, Jorge Mario Bergoglio invita “a ser los primeros para amar, para crear puentes, para crear fraternidad. Dar el primer paso nos anima a salir al encuentro del otro y a extender la mano, y darnos el signo de paz. La paz es lo que Colombia busca desde hace mucho tiempo y trabaja para conseguirla. Una paz estable, duradera, para vernos y tratarnos como hermanos, nunca como enemigos. La paz nos recuerda que todos somos hijos de un mismo Padre que nos ama y nos consuela”. Eso fue lo que dijo.

Y aunque la visita del Papa es apostólica, para nadie es un secreto que el acontecimiento tiene un matiz político.

Monseñor Pedro Mercado, presidente del Tribunal Eclesiástico de Bogotá, opina que “el Papa viene en visita pastoral, a predicar el mensaje del Señor. Ese mensaje espiritual toca también directamente nuestra realidad política y social. Nos invita al cambio. Los colombianos hemos vivido décadas de conflicto armado y social, y de esa violencia hemos aprendido violencia. El Papa nos invita a desaprender, asumiendo un modelo nuevo de convivencia ciudadana fundada en los valores de la justicia y de la fraternidad. Ese reto nos compromete a todos”, puntualiza. Según Mercado, este mensaje de Francisco tendrá también un impacto sobre las Farc como movimiento político emergente. Dice que esa organización está llamada a dar un paso adelante en el reconocimiento y reparación de sus víctimas. “Sus acciones y palabras, en ocasiones indolentes, han dificultado el avance de la reconciliación. El mensaje del Papa también es un desafío humano y político para ellos”, sostiene el religioso.

Por su parte, el experto en temas de la Iglesia Javier Darío Restrepo considera que, si bien uno de los puntos en los que más ha insistido el Papa es en que su visita no es política, es innegable que lo que se va a encontrar apenas llegue es un país dividido por un tema que debería unir, “que es la paz”. “Lo que ha pasado –explica Restrepo– es que la paz se ha convertido en botín político para las próximas elecciones, o en la expresión de una frustración desde la oposición”. Y señala dos de las últimas manifestaciones de esta división.

Por un lado, la alocución del presidente Juan Manuel Santos en la noche del lunes, en la que exaltó todos los beneficios que ha traído la paz, y, por el otro, la carta que el expresidente Álvaro Uribe envió al papa Francisco en la que expone los reparos que tiene sobre los acuerdos de paz con las Farc.

Ese país dividido es aquel que necesita la presencia del Papa, para que entienda que debe haber reconciliación entre los colombianos. Ese va a ser el tema central de la mayor parte de sus intervenciones, la necesidad de que haya unidad entre los colombianos para construir su futuro. No basta con que haya unos acuerdos, sino que se necesita voluntad de los colombianos de que haya paz entre ellos mismos. El Papa va a crear la preocupación por esto y va a dejar algunas ideas y propósitos en este sentido”, reflexiona Restrepo.

Finalmente, César Mauricio Velásquez, exembajador de Colombia ante la Santa Sede, considera que, no obstante la coyuntura política que atraviesa Colombia, la visita de un papa siempre será un evento positivo para el país. Para Velásquez, en este momento la llegada del pontífice incitará a dar el primer paso hacia la convivencia, la reconciliación y la confianza. “Colombia debe mirar al futuro. Que haya perdón sin olvidar la verdad y la justicia, que también la sociedad colombiana reclama”, apunta.

Comitiva del pontífice incluye a 2 colombianos

Antes de emprender un nuevo viaje, el papa Francisco sigue una rutina sagrada: visita a Nuestra Señora Salus Populi Romani (protectora del pueblo romano), en la basílica de Santa María la Mayor; se arrodilla ante su imagen –una virgen morena y de rostro adusto, con un Niño Jesús en brazos, también de rostro adusto, que la mira de reojo– y le pide que todo le salga bien.

Nadie lo vio ayer. Pero es bien conocida su devoción por esta virgen y su costumbre de entregarle cada nuevo periplo. También es bien sabido que, a su regreso, la visita de nuevo y le agradece. Otros papas, como San Gregorio Magno y Pío XII, también le tenían mucha fe.

Así que quienes conocen de cerca al santo padre aseguran que ayer, antes del viaje a Colombia –un día tranquilo en su agenda, pues se le viene encima un recorrido muy largo y agotador–, visitó a la patrona de Roma y le pidió por este viaje a nuestro país, que se enfocará en varios temas, según lo anunció el lunes: el perdón, la reconciliación, la fraternidad y el cuidado del medioambiente.

El vuelo, en el avión Pastor 1 de la aerolínea Alitalia, está programado para las 11 de la mañana, hora en Roma, es decir, 4 de la mañana, hora de Colombia. Se espera que aterrice en Bogotá sobre las 4 de la tarde de este  miércoles. Más de 9.000 kilómetros de recorrido y más de 11 horas de viaje.

El vuelo, como todo en el Vaticano, está enmarcado por una rigurosa organización. El papa Francisco viaja acompañado por un séquito de 40 personas, entre ellas, sus colaboradores más cercanos y varios de los hombres más destacados de la curia romana.

En primer lugar, el secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, cardenal italiano que integra el grupo de nueve cardenales que asesoran al Papa en la reforma de la Iglesia.

Es una persona de mucha experiencia y que conoce muy bien América Latina porque fue nuncio apostólico en Venezuela”, le explicó a EL TIEMPO el argentino Hernán Reyes, corresponsal de la agencia Télam y periodista experto en los temas del Vaticano, quien acompaña al sumo pontífice en este viaje.

Parolin, añade Reyes, es el brazo derecho del Papa.

Otra de las figuras destacadas es el uruguayo Guzmán Carriquiry, vicepresidente de la Pontificia Comisión para América Latina y el laico con el cargo más alto en el Vaticano, quien ha trabajado con los últimos cinco papas.

“Una persona con una trayectoria inigualable”, sigue Reyes.

Otra de las personalidades que acompañan el viaje de Francisco es el jesuita Antonio Spadaro, director de la revista cultural más antigua de Italia: La Civiltà Cattolica. El italiano fue una de las primeras persona a las que el Papa le concedió una entrevista.

En el séquito papal hay dos colombianos. Uno es monseñor Mauricio Rueda Beltz, encargado de dirigir los viajes papales y hombre que le habla al oído al papa Bergoglio. Es un bogotano de 47 años, egresado del Gimnasio Moderno y se caracteriza por su hermetismo y rigurosidad. No concede entrevistas. Desde enero del 2016 fue designado en este importante cargo.

El otro es monseñor Octavio Ruiz Arenas, exarzobispo de Villavicencio y actual secretario del Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización. Es un hombre cercano a Benedicto XVI (anterior Papa), quien lo trajo a Roma y es el colombiano que ocupa el más alto cargo en el Vaticano. 

Al Papa argentino también lo acompaña Domenico Giani, jefe de la gendarmería vaticana y quien se encarga de su seguridad, y el cardenal Darío Viganó, prefecto de la Secretaría para la Comunicación de la Santa Sede, entre otros hombres de su más entera confianza.

Los periodistas

El séquito papal lo complementan 75 periodistas internacionales. La gran mayoría son reconocidos vaticanistas; es decir, reporteros radicados en Roma y quienes le siguen los pasos al Papa y a los asuntos vaticanos. Solo siete periodistas colombianos fueron admitidos para formar parte de la comitiva papal (entre esos, el enviado especial de EL TIEMPO). Casi siempre, en los viajes apostólicos del santo padre son máximo tres los cupos que se asignan para los reporteros del país que se visita. Pero en esta ocasión se hizo una excepción.

Entre los periodistas más curtidos que visitarán nuestro país está el vaticanista y escritor italiano Andrea Tornielli, quien ha escrito al menos 45 libros sobre el Vaticano. 

“También la mexicana Valentina Alazraki, de Televisa, quien lleva más de 140 viajes papales, con los últimos tres papas. Es la decana de los vaticanistas”, cuenta el colombiano Néstor Pongutá, otro reconocido vaticanista que acompañará el vuelo papal y autor del reciente libro Un tinto con el papa Francisco, en el que revela cómo se hizo realidad la visita del Papa a Colombia.

Toda esta comitiva –el séquito papal y los periodistas– le seguirá los pasos a Francisco en su recorrido a Colombia, incluso, en su regreso a Roma en un vuelo de Avianca, desde Cartagena.

Ese día, el Papa dará el conocido ángelus del domingo desde el santuario de San Pedro Claver, en la Heroica; desde un helicóptero bendecirá a la Virgen de la Bahía, que brota del mar, y dará una misa multitudinaria en el puerto de Contecar. Ahí finaliza el viaje y desde ahí vuela a Italia.

Cinco de los más cercanos colaboradores

Pietro Parolin. Mano derecha del Papa. Este cardenal es el secretario de Estado del Vaticano. Fue nuncio apostólico en Venezuela y por eso conoce muy bien América Latina.

Guzmán Carriquiry. Uruguayo. Es el laico con más alto cargo en el Vaticano. Es vicepresidente de la Pontificia Comisión para América Latina. Ha trabajado con los últimos 5 papas.

Mauricio Rueda. Monseñor. Es un bogotano de 47 años. Desde el 2016 dirige los viajes papales y es muy cercano al sumo pontífice. Es egresado del Gimnasio Moderno.

Octavio Ruiz. Fue arzobispo de Villavicencio. Hoy día es secretario del Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización. Lo llevó a Roma Benedicto XVI. Es el colombiano con el más alto cargo en el Vaticano.

Domenico Giani B.Es el jefe de la  gendarmería vaticana y se encarga de todo lo relacionado con la seguridad de Francisco. Es conocido como el ‘superescolta’ del Papa.

Información de: El Tiempo