Julia van Den Brule, exdelegada en España y Portugal de la principal empresa estatal de Venezuela, Petróleos de Venezuela (PDVSA), habría abierto una cuenta en Andorra en el 2008 para “ocultar tres millones de dólares”, según el diario El País. La exdirectiva dejó constancia de sus planes en el formulario que llenó para realizar el depósito a la Banca Privada d’Andorra (BPA) al que tuvo acceso el medio.

De acuerdo con el medio español, la mujer abrió la cuenta el 4 de marzo de 2008 y durante ese mismo día la entonces supervisora de PDVSA en Caracas Ingrid Sánchez González también se hacía cliente de la BPA al depositar cinco millones de dólares.

Sánchez González y Van Den Brule ocuparon cargos de confianza en Pdvsa entre 2004 y 2014, cuando Rafael Ramírez fungía como presidente.

“Van den Brule abrió su cuenta en Andorra mientras dirigía la filial en España de la petrolera venezolana. Se presentó a la entidad financiera del Principado como “directora de gas”, justificó que su dinero procedía de supuestos trabajos de asesoría. Y dijo que tenía una empresa con una facturación anual de dos millones de dólares (1,6 millones de euros).La jefa de PDVSA Ibérica esgrimió como ventaja la “confidencialidad” del banco andorrano y mostró su intención de transferir trimestralmente a su cuenta 500.000 dólares (409.000 euros)”, explica el medio español.

En el expediente del banco se indica que la mujer era una Persona Políticamente Expuesta (PEP), lo que se utiliza para identificar a cargos públicos o exdirigentes “susceptibles de recibir fondos manchados por corrupción”.

Van den Brule también había trabajado para Rafael Ramírez en 2005 como asesora ejecutiva del Ministerio de Energía y Petróleo y era licenciada en Derecho de la Universidad Central de Venezuela.

Por su parte, Ingrid Sánchez González, quien era la supervisora de Pdvsa en Caracas en 2008, explicó al banco que los fondos que depositaría, en concreto cinco millones de dólares, se destinarían a la compra de un apartamento para su hija en Colombia, declarando según el formulario: “La transferencia que se enviará es para la cuenta personal de mi hija”.

Se presentó en el banco como “consultora energética” y añadió que tenía previsto enviar anualmente al Principado 500.000 dólares en 10 transferencias.

También explicó que conocía a dos clientes de la entidad, Diego y Luis Mariano. “Los nombres coinciden con los de Luis Mariano Rodríguez Cabello y Diego Salazar. El primero pasa por ser el testaferro del segundo, según la juez de Andorra Canòlic Mingorance. La magistrada sitúa a Rodríguez y Salazar en el corazón de la presunta trama de comisionistas de PDVSA que ocultó 2.000 millones en Andorra”, señala el periódico español.

Diego Salazar fue detenido en Venezuela el pasado 01 de diciembre acusado del presunto desvío de fondos públicos.

Las autoridades intervinieron en marzo de 2015 la BPA en una investigación por blanqueo de capitales y, anteriormente, Estados Unidos había denunciado que la institución financiera fue empleada por bandas criminales para lavar capitales.

 

Crédito: El País