No existe comparación posible entre una semifinal de Champions y un partido de la fase de grupos, pues una batalla concede el pasaporte para la última estación previa a la gloria y la otra es un apunte más entre seis en una hoja de Excel. Sabe por ello el Leipzig que aquella derrota en Lisboa no queda ahora anulada, pero al menos se cobraron este miércoles los alemanes una pequeña venganza ante su entonces verdugo, el PSG, al que derrotaron por 2-1.
Una victoria que pone patas arriba el grupo de la muerte, porque dos horas antes también había caído el otro titán, un Manchester United muy frágil atrás que encontró el castigo en Estambul ante el Basaksehir (2-1). Con estos dos resultados, ingleses y alemanes lideran el grupo con seis puntos y franceses y turcos lo cierran con tres, dejan todo abierto para las tres últimas jornadas de la liguilla.
Al PSG le salió todo del revés en su visita al Leipzig. De partida, contaba con las importantes bajas de Neymar, Mbappé, Verratti e Icardi. Empezó muy bien el equipo de Tuchel, adelantándose en el minuto 9 por medio de Di María y gozando de un penalti en el 15. Pero el argentino falló ante Gulacsi y a partir de entonces todo se desmoronó.
Nkunku, con un disparo raso y duro desde la frontal, logró igualar el choque antes del descanso, después de que el PSG desaprovechara en varias ocasiones el excesivo atrevimiento en defensa de los de Nagelsmann. El Leipzig le dio la vuelta al marcador antes de la hora de partido, gracias a un penalti convertido por Forsberg y poco después fue expulsado Gueye, dejando a los de Tuchel sin capacidad de respuesta. /AFP
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