El grito silencioso de Zanjón Barrera: Viviendas que amenazan con venirse abajo

En el corazón de la capital larense, justo en la popular comunidad de Zanjón Barrera, la tranquilidad se ha cambiado por una angustia palpable. Aquí, donde la vida se teje entre las carreras y calles del centro de Barquisimeto, dos familias viven bajo el terror constante de un colapso. Sus casas, más que hogares, son estructuras deplorables que se caen a pedazos, ignoradas por la ayuda gubernamental prometida una y otra vez.

La situación no es solo de precariedad; es de un miedo profundo por la vida de sus hijos.

El «Peligro» de la Carrera 16

Nuestra primera parada es la carrera 16 con calle 16. Allí, nos recibe Maira Ochoa, una mujer que lleva la preocupación dibujada en el rostro. Su casa, donde conviven más de 10 personas, incluyendo a siete niños, está literalmente desmoronándose.

«Me da miedo, me da miedo que me tape a los niños la vivienda,» nos dice Omaira con la voz quebrada. «Está deteriorada por todos lados. El techo con los temblores cedió un poco más. La parte de atrás, la parte del baño también…»

La familia de Maira vive en un limbo peligroso. Han pasado meses, quizás años, viendo cómo el deterioro avanza sin freno. Han recibido visitas, promesas, pero ninguna solución concreta.

«Han venido varias personas a ver, quedan en que vuelven y no vuelven. Quedó en venir Funrevi con Protección Civil, vino el ex alcalde Luis Jonás, vinieron los de Fundación del Niño. Vino una diputada».

La lista de funcionarios que han pasado por su puerta es larga, pero su techo sigue abierto. La peor parte llega con la lluvia, la enemiga declarada de estos hogares vulnerables.

«Horrible, horrible. Nos tenemos que concentrarnos en la parte de atrás, porque aquí hay mucho hueco, una chorrera que cae terrible,» relata Maira, describiendo una escena de desesperación que se repite con cada aguacero.

Su llamado final es un ruego a las autoridades: «De verdad, de verdad, le hago un llamado al nuevo alcalde y gobernador para que por favor me ayuden porque me da miedo.»

La Promesa Incumplida de la Calle 17

A pocas cuadras de allí, en la calle 17 del mismo sector, la familia Márquez enfrenta el mismo drama de la desidia. Para ellos, la espera por una vivienda digna no es una cuestión de meses, sino de años.

«Decir porque ya en el primer mandato de Reyes y Saénz nos ofreció una vivienda, y hasta hoy no hemos tenido respuesta,» explica uno de los miembros de la familia, haciendo referencia a promesas de gobiernos pasados que hoy son solo un recuerdo amargo.

En esta casa viven siete personas, incluyendo una recién nacida, en condiciones que desafían cualquier estándar de habitabilidad. Las imágenes que pudimos constatar dentro son las de un espacio donde la lucha diaria es por mantener la cabeza seca.

«Usted ya vio ahí adentro cómo están las cosas y por eso estamos esperando, que el gobierno nos dé una ayuda con la casa,» añaden.

Para los Márquez, la lluvia también es sinónimo de emergencia. «Aquí tuvimos que medio cambiar el techo por la lluvia y se mete toda el agua. Aquí se hace un pozo de agua cuando llueve.«

Oriana Lorenzo / Noticias Barquisimeto