Corría el año 2012, el cantante mexicano Vicente Fernández se encontraba de gira por Venezuela y el entonces presidente del país suramericano, Hugo Chávez, lo recibió en la casa presidencial para condecorar con la Orden de Libertadores.
La ocasión era ideal para que el peculiar mandatario mostrase su admiración por Chente y, de paso, aventarse un palomazo. Con el palacio de Miraflores como escenario y con los reporteros gráficos como testigos, Chávez abrazó al cantante y comenzó a cantar Lástima que seas ajena, uno de sus grandes éxitos.
Leer También: Este es el último concierto de Vicente Fernández en 2016
El charro mexicano le hizo segunda al mandatario y juntos firmaron uno de los duetos más peculiares de la historia. Ambos se notan contentos, sonrientes, disfrutando del encuentro.
Vicente Fernández lucía en el pecho la medalla entregada, la cual fue creada para distinguir los méritos y servicios de venezolanos y, como es el caso, de extranjeros.
Chávez llamó “titán” al mexicano al tiempo que declaró a los periodistas que con su voz “hizo retumbar el despacho nuestro, menos mal que es antisísmico”.
Se documentó y consignó en los medios locales que el mexicano, quien estaba en Venezuela como parte de su gira Mi despedida, sostuvo un encuentro privado con el presidente venezolano de una hora y media.
El cantante mexicano abandonó el Palacio de Gobierno en Caracas sin dar declaración alguna a los medios. Parecía que su sonrisa y entusiasmo al compartir voz con Chavez, valían más que mil palabras. Chente nunca escondió su admiración por el polémico mandatario.
