En medio de una ola de violencia contra las escuelas que se vive en Brasil, esta semana se conocieron unas imágenes que provocaron indignación en la sociedad brasileña. Un club de caza, definido como bolsonarista, impartió un curso de tiro para niños menores de 10 años.
El Club de Caza y de Tiro Hunter en la ciudad de Jataí, en el estado brasileño de Goiás, publicó las imágenes. El curso de entrenamiento de tiro infantil generó una ola de indignación en la sociedad, por lo que el referido club eliminó las imágenes de sus perfiles.
En una de ellas se ve a los niños manipulando pistolas de presión, en otra se ve a un menor apuntando a un objetivo, mientras un instructor le explica cómo disparar. Incluso, hay una de un podio donde se premia a los mejores tiradores.
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El club terminó suspendiendo el curso de tiro para niños, tras una recomendación del Ministerio Público de Goiás. El organismo consideró que este tipo de cursos contradicen el principio de protección integral de los derechos de los niños y adolescentes y su saludable desarrollo.
Por su parte, la Fiscalía explicó que, aunque los pequeños utilizaron armas de presión, la práctica «puede dañar su integridad psicológica, ya que aún no son lo suficiente maduros para tal manejo».
Asimismo, el órgano detalló que el tiro deportivo solo se permite a mayores de 14 años o menores de 18, con una autorización judicial y después de cumplir una serie de requisitos previos.
En su defensa, el club señaló que el curso de tiro para niños se realizó de forma «recreativa». También indicó que contó con la autorización de los padres.
Sin embargo, para Fabricio Rosa, un policía de Carreteras de Goiás y la para la sociedad brasileña en general:
«Enseñar a los niños a usar armas de fuego cuando estamos viviendo una serie de ataques en las escuelas es preocupante, aterrador e irresponsable. Los niños no tienen que ser educados para la guerra y la muerte, sino para la vida y la paz».
Herencia bolsonarista
Durante su mandato, Jair Bolsonaro, dio luz verde a más de 30 resoluciones destinadas a facilitar la adquisición o porte de armas. Estas políticas se han vinculado al aumento de la violencia.
Según el Instituto Sou da Paz, el número de armas en manos de particulares alcanzó los tres millones en 2022. El instituto asegura que esto supone un riesgo «para la seguridad pública y la democracia».
En ese sentido, una vez asumió el poder, una de las primeras políticas de Lula fue suspender nuevos registros de armas por parte de cazadores, tiradores y coleccionistas. Así como, reducir los límites para la compra de estos dispositivos y sus municiones.
«Cuando un niño piensa que un arma es la solución, ¿por qué piensa así? ¿Lo vio en la Biblia? ¡No! ¿En el libro de la escuela? ¡No! Lo escuchó a su padre o a su madre dentro de casa. Y por eso hay que tener en cuenta que sin la participación de los padres no se puede recuperar un correcto proceso educativo», comentó Lula, durante una reunión ministerial para abordar el problema de la violencia en las escuelas.
Con informaciòn de: VN
