En muchos de los países latinoamericanos y caribeños se ha detectado una participación decreciente, en los diferentes procesos electorales o de consulta, durante la pandemia, signo preocupante de la salud democrática, debido a las implicaciones potenciales sobre la legitimidad electoral
En el artículo publicado por el Subsecretario General adjunto de la ONU y Director regional de América Latina y el Caribe, Luis Felipe López-Calva, se deja ver un análisis acerca de cómo la participación electoral ha cambiado durante la pandemia del Covid-19.
Durante las últimas cuatro décadas, los países de la región de América Latina y el Caribe han logrado importantes avances en la consolidación de las instituciones democráticas; la democracia electoral, pilar esencial, aunque no el único, dentro de los sistemas democráticos, se dio por sentada en toda la región.
La llegada del Covid-19 desde el mes de marzo de 2020, ha planteado una nueva prueba a la fuerza de estos pilares democráticos; en este sentido,cuatro de los instrumentos fundamentales de la participación ciudadana democrática se han visto afectados por la pandemia, ellos son: las elecciones, la organización política, la movilización social y la deliberación pública, ya que representan un riesgo para la salud pública.
Según el Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral (IDEA), al menos 18 países de América Latina y el Caribe han celebrado elecciones durante la pandemia, tal es el caso de las elecciones presidenciales en Bolivia, República Dominicana y Ecuador, así como las elecciones parlamentarias en Venezuela, entre otras de índole más local.
Medidas de bioseguridad
En algunos casos, estas elecciones se tuvieron que introducir medidas especiales de bioseguridad; a pesar de que cada país adoptó su propio enfoque para celebrar elecciones seguras durante el Covid-19, las medidas típicas de protección, incluyeron el uso de mascarillas faciales, distanciamiento social, controles de temperatura, desinfección y uso único de lápices de votación.
Algunos países también aumentaron el número de colegios electorales, ampliaron el horario de votación, ofrecieron colegios electorales móviles o hicieron adaptaciones para la votación anticipada o la votación prioritaria para ciertos grupos en riesgo; sin embargo, en algunos países, las medidas sanitarias, como los requisitos de cuarentena para quienes dieron positivo por el virus o los que habían viajado recientemente, dieron como resultado la privación del derecho al voto de esas personas.
De manera similar, las medidas sanitarias, como la prohibición del transporte público, dificultaron cada vez más el acceso a los colegios electorales para las personas que viven en zonas más remotas; si bien es cierto, que el Covid-19 ha presentado nuevas barreras para votar (movilidad, seguridad, etc.), no es menos cierto, que las crisis relacionadas por la pandemia, en muchos países de América Latina, se encuentra inmersa dentro del contexto preexistente de polarización política.
Las últimas 14 elecciones
Es importante observar la participación electoral en las 14 elecciones más recientes y compáralas, no solo con los promedios históricos (que pueden ayudar a establecer una línea de base útil), sino también con las elecciones anteriores (dado que, en algunos contextos, las tendencias más recientes pueden diferir de tendencias más antiguas).
Leer también: Conoce a la primera persona en recibir la Vacuna Sputnik V en Lara
Si bien estos datos pueden ayudar a aclarar lo que sucede en el ámbito nacional de los países de la región, es esencial considerar también cómo ha cambiado el comportamiento de la votación más allá de las cifras de participación. En este sentido, no se puede identificar claramente qué está impulsando los cambios en la participación electoral en este contexto, sim embargo, la participación baja o decreciente es un signo preocupante de la salud democrática, y por ende, tiene implicaciones potenciales para las percepciones más amplias de la legitimidad electoral. Desafortunadamente, en muchos países de América Latina, la confianza en las elecciones ya era frágil antes de la llegada de la pandemia.
A medida que los países adaptan sus sistemas de votación para garantizar la seguridad pública durante la pandemia, deben considerar cómo abordar los desafíos más estructurales, tales como la inclusión, la transparencia y la rendición de cuentas en el proceso electoral.
El calendario electoral de 2021 en la región de América Latina y el Caribe está lleno, incluida la segunda ronda de elecciones presidenciales de Ecuador y las próximas elecciones presidenciales en Chile, Haití, Honduras, Perú y Nicaragua; junto con muchas elecciones esenciales locales, legislativas, para gobernadores, y de otros tipos en toda la región.
AV / Con información de ONU Noticias
