El Comerica Park de Detroit espera por el jonrón 500 de Miguel “Miggy” Cabrera

El 22 de julio de 2012 fue un día apoteósico para Miguel Cabrera y la afición de Tigres de Detroit.

Esa tarde dominical, los 41 mil 281 aficionados que acudieron al Comerica Park, disfrutaron del jonrón 300 del venezolano. Sin duda, una marca importante en su carrera dorada.

Sin embargo, a partir de esta noche, ocho años más tarde, el mismo parque, con su avejentada pared de ladrillos entre el jardín central e izquierdo y los tigres de bengala que le dan la bienvenida a los aficionados en la entrada del recinto, será por los próximos días el escenario de un momento histórico para Cabrera y para el mundo de las Grandes Ligas.

Allí, en ese diamante que abrió sus puertas el 11 de abril del año 2000, los fanáticos de los Tigres esperan ver cómo Miguel Cabrera se unirá a un selecto grupo de bateadores que, en más de un siglo de historia, han arribado a 500 bambinazos en la MLB.

El slugger de 38 años recibirá esta noche a los Indios de Cleveland, equipo al que, históricamente, le ha conectado más estacazos que cualquier otro (50).

“Me gustaría dar el jonrón 500 aquí en casa, en familia. Los fanáticos se lo merecen”, expresó Cabrera hace días en una entrevista del departamento de prensa del equipo.

En su carrera como local, Cabrera ha conectado 248 de los 499 bambinazos que acumula hasta ahora, de los cuales 183 han sido en el Comerica Park, sin embargo, nada se asemejará a este único jonrón que lo separa de la grandeza.

Las cámaras de los celulares y todos los ojos de los amantes del beisbol se apostaran en cada turno de Cabrera; mientras que las cifras que llevan la cuenta regresiva esperan por alcanzar el medio millar de bambinazos.

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