Llega el partido más atractivo de cada semestre y nuevamente en un día y hora inusual.
La participación de Caracas FC en la Copa Sudamericana obligó al equipo capitalino a mover el partido a un lunes, tal como ocurrió en el Torneo Apertura, cuando se jugó el mismo día de la semana. A pesar de las dudas, se espantaron las sombras y los malos agoreros: más de 30 mil personas en Pueblo Nuevo para aquel golpe de autoridad por los dirigidos por Sanvicente 0-3. Ahora, el reto será para los caraqueños, un día de semana y casi en pleno horario laboral.
Rojo de necesidad
Clásico es clásico y seguramente la asistencia será masiva, más no para llenar el coqueto y renovado Estadio Olímpico. Caracas ha solicitado esta programación debido a su periplo de regreso internacional para tener un par de días que le permitan preparar tan importante choque. Y es que lo necesita: ya son cuatro derrotas consecutivas para el rojo, dos en Clausura y dos en Copa Sudamericana. Está fuera de zona de clasificación y si bien es cierto que aún tiene dos partidos pendientes en casa, no se puede descuidar: una derrota en el clásico sumado a un triunfo de Trujillanos lo pondría a seis puntos del octavo, haciendo obligatorio derrotar a Carabobo y La Guaira en sus enfrentamientos reprogramdos.
El equipo llega exigido físicamente. El vertiginoso ritmo de partidos y los resultados adversos pueden haber golpeado moralmente también a los de Sanvicente. Sin embargo, la última presentación ante Atlético Paranaense, más allá del marcador final, invita al optimismo. Caracas mostró buen fútbol y eso debe recomponer el orgullo del plantel, que además apurará el regreso de Moreira y Muriel, dos bastiones imprescindibles en cada formación.
Caracas agradecerá enormemente el regreso de Arrieta. Las ausencias de Pernía y Aristeguieta han reducido de manera alarmante la capacidad goleadora y del colombiano depende en demasía el batir las redes rivales. El punta neogranadino cumplió una fecha de sanción por acumulación y estará de nuevo en el frente de un ataque donde el rol de goleadores han tenido que asumirlo los volantes ofensivos. En las cuatro caídas, solo Garcés ha podido batir las redes contrarias. La crisis de efectividad es preocupante.
Aurinegro de tranquilidad
Táchira navega en aguas tranquilas. Si bien la caída ante Estudiantes de Mérida en el clásico andino en el mismísimo Pueblo Nuevo puede ser un duro golpe y la pesadilla de las dos derrotas seguidas en los clásicos del Apertura mosquean todo lo que viste de amarillo y negro, el plantel y su experiencia, cosa que no había con suficiencia en el pasado semestre, sabrá zafarse de cualquier incertidumbre y encarar este partido donde sí no podrá darse el lujo de cometer los errores puntuales y personales que costaron tres puntos el pasado domingo.
Los de Álex Pallarés alcanzaron un buen momento de juego y resultados antes del duelo ante los merideños que les ha permitido mantenerse en la parte alta de la tabla. En un sistema de campeonato donde lo importante es mantenerse en el grupo de los primeros ocho, las emergencias en la casa atigrada no son del calibre de lo que necesita Caracas. Claro, perder el clásico sería despertar fantasmas que le comprometerían en la tabla, a falta de tres partidos para cerrar el calendario regular, sabiendo que cualquier equipo que aceche la clasificación si se enracha, podría meterse ante cualquier descuido de los de arriba.
Hay dudas futbolísticas que todavía se ajustan en Táchira. La buena racha de resultados permite que las correcciones se hagan con el optimismo de estar cerca de meterse en la Liguilla. Falta poder en ataque, pero Aquino regresó al gol y el buen momento de los juveniles y volantes ofensivos permite que el equipo crezca en su capacidad de generar y concretar peligro.
Lo cierto es que en un clásico todo lo que se pueda estimar muchas veces queda de lado ante imponderables que se relacionan con las ganas y el entendimiento que tenga cada futbolista de lo que se están jugando en un partido de éste calibre. Ojalá sea un bonito espectáculo que enaltezca siempre al fútbol nacional.
La Tele Tuya
