El club hará una última aproximación al francés pero dejando claro que no traspasará las líneas rojas marcadas en materia de contención salarial.
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Hay un debate interno: se le puede poner en el mercado pero se admite que será muy difícil que el jugador acepte salir en enero porque la prima de fichaje depende de salir libre.
El Barça no piensa subir su oferta por Ousmane Dembélé (24 años) para lograr que renueve su contrato, que acaba el próximo30 de junio. La reunión celebrada ayer con su agente, Moussa Sissoko, no fue nada bien de acuerdo con los intereses del club azulgrana. El representante del jugador pidió un sueldo muy elevado, acorde con la valoración que hace de él, además de unos pluses por partidos jugados y por títulos. about:blank
En este sentido, en el club no lo dan por perdido del todo pero creen que, realmente, “no hay nada que hacer” si el jugador mantiene su postura actual. De hecho, se le da casi por perdido. Y todo ello porque desde la entidad azulgrana se ha marcado una línea roja con el francés: no se puede perder la senda de la contención salarial que demanda la situación que vive el club y el fútbol en general, golpeado por la pandemia. El Barça está intentando implementar una política de contencion salarial y eso colisiona frontalmente con las peticiones de Moussa Sissoko.
Así, el club piensa darle una última oportunidad a Dembélé, pero siempre dejándole claro que no piensa moverse de su propuesta actual. En este sentido, el club está valorando qué hacer si el francés no recapacita y se adaptar a los parámetros económicos del club.
Que salga en enero, misión complicada
Existe la opción de intentar colocarle en el mercado de invierno, pero en el club se admite que es complicado porque cobrar una prima de fichaje pasa por llegar libre al 30 de junio. Por tanto, lo normal es que el jugador se niegue en redondo a salir en enero para esperar a junio.
Después está otro tema peliagudo: si se queda hasta el verano sin renovar, qué hacer con él a nivel deportivo. Entre otras cosas porque puede ser útil para el equipo y para Xavi Hernández, pero tendrá también a una parte de la afición en contra por no renovar que puede tomarla con él en cada partido en el Camp Nou.
Mundo Deportivo
